Restaurante El Catalin – Calle La Atalaya, 9, Tazones Tlf: 985 89 71 13
Hacía bastante tiempo que no visitaba El Catalín, simplemente no había cuadrado pues ya sabéis que en Asturias lo que sobran son sitios para comer bien y cada día se descubre uno nuevo. Yo creo que el punto de inflexión fue la creación del carnet por puntos, no es mi caso pues al no tomar vino, dos o tres cervezas no me suponen impedimento para coger el coche pero en mi grupo de amigos hemos pasado de nunca cenar en Oviedo a cenar siempre y eso que siempre ofrezco mi desinteresado transporte.
Este restaurante se encuentra en Tazones, pero no en el puerto y quizás esté algo escondido si no lo conoces y vas a tiro fijo. Viniendo por la carretera del Puntal una vez que coronamos arriba y empezamos a bajar como a menos de 1 kilometro hay un desvío a la derecha, seguimos unos 200mts y allí encontrareis este restaurante que este año celebra su 25 aniversario, casi nada, un cuarto de siglo ofreciendo calidad y buena atención.
La visita de mi amigo Chaly con su resplandeciente y afamada esposa cubana, la bailarina de ballet Viengsay Valdes, marcó mi agenda con letras de molde. Su última visita había sido durante una Gala Benefica el pasado 12 de abril y eso es mucho tiempo transcurrido teniendo en cuenta que estábamos cerrando el mes de agosto. Por facilitar las cosas me desplace hasta la casa familiar al igual que hicieron otros amigos gallegos, departir unas charlas con sus encantadores padres y contemplar las vistas de la ría de Villaviciosa y su desembocadura con la playa de Rodiles como testigo es uno de los mejores planes que pueda tener.
Como en otras ocasiones nos acercamos al Catalín donde realmente uno se siente bien tratado, estábamos en familia y no es un decir ya que su hermana Mescal y su marido, el director de cine Pablo Fernández Vilalta nos acompañaron junto a los mencionados gallegos y mi querido amigo Ramon con el que compartimos muchas aventuras de estudios durante nuestros años en San Francisco.
La honestidad en la hostelería me parece uno de los pilares básicos, con las cosas de comer no se juega y más si hablamos de pescados y mariscos que pueden afectar seriamente a nuestra salud. No se puede vender gato por liebre y esto en El Catalín lo saben, uno de los platos que pensamos eran unos chipirones pero ya nos dijeron por delante que no eran de los que se pescan en la zona, con las cartas encima de la mesa no hay lugar a equívocos y si una merluza no es del pincho se comenta y todo solucionado. Esta fue parte de la charla que mantuve con una de las dueñas en una pausa para el cigarro, da gusto hablar con gente implicada y conocedora del negocio, como se suele decir, la última peseta que la gane otro.
Era de noche y no he podido reflejar las vistas y las fotos del exterior no son nada buenas pero creo que es suficiente para haceros una idea de la terraza cubierta en parte y abierta pero con una pergola donde la frondosidad vegetal nos abriga y protege de los rayos de sol. A la entrada una zona de barra con un comedor más estilo sidrería informal y pegado un comedor mas formal con unos grandes ventanales que nos permiten ver la belleza del Mar Cantábrico. (Al final, he tomado prestada una foto de día.)
Una cena de ocho comensales me ha permitido presentaros una gran variedad de platos y a su vez descargarme de mis tradicionales homenajes, se acaba el verano y algún kilo he cogido, pecata minuta para todo lo que he metido en este cuerpo serrano. La selección de cervezas es buena y tienen unas cuantas artesanales, tomé una Mustache y una Belenos Super.
Como entrantes pedimos unos calamares de potera, pulpo encebollado y un salpicón de aguja, este último tiene una carne de excelente sabor.
Yo me pedí un San Martín a la espalda, los gallegos lo conocían con San Pedro. Delicioso y poco común encontrarlo en restaurantes.
Bonito a la plancha, no podía faltar siendo temporada.
Lubina salvaje del Cantábrico.
Chopa.
Pitu de caleya (pollo criado en libertad).
Arroz con almejas, todo un clásico de El Catalín.
Como veis todos los pescados se sirvieron a la plancha o espalda, si el producto es fresco no hay mejor manera de comerlos, es la forma en que apreciamos todo el sabor.
Rematamos con un café de pota y unos espirituosos.
Me alegro mucho de haber vuelto a este restaurante, me trae muy buenos recuerdos y siempre me deja buenos sabores. Si encima lo conjugamos con una excelente compañía nada puede salir mal.
Editado 17-05-2016
Ya iba siendo hora de volver al Catalín, una buena temperatura a mediados de este mes de mayo y coincidiendo con el Martes de Campo, fiesta local en Oviedo, decidí con un grupo de amigas desplazarme para comprobar in situ como había quedado la nueva zona chill out en la terraza, que días antes había visto en su Facebook.
Como esto no es un blog de decoración, aunque me guste tomar nota de aspectos estéticos, lo importante de la visita era disfrutar del día libre y comer en buenas dosis los magníficos pescados que preparan.
Ya que llegamos con tiempo, lo mejor es disfrutar de la terraza con unas botellas de sidra y unos bollinos de chorizo recién horneados. Nada más apropiado para este día pues este es el menú típico del Martes de Campo, aunque en su versión maxi. Cumplida la tradición aunque me encontrase viendo la Ría de Villaviciosa.
Acompañados de niños, unas croquetas y unas patatas fritas siempre los deja satisfechos y a los mayores nos sirve para sisar alguna que otra.
Para compartir nos decidimos por una buena cazuela de pulpo y langostinos, empieza el moje.
El pixin (rape) con salsa de oricios nos hace pedir más pan. Una salsa potente con mucho sabor a mar.
El resto de pescados, como otras veces, a la plancha con poco más, ni falta que hace para disfrutar de un estupendo San Martín y de unos tiñosos (cabracho)
Esta vez si que nos animamos con postre. Una buena tarta de queso casera y un poco de helado de turrón con chocolate caliente nos abocaron a cruzar la ría hasta Rodiles para dar un paseo hasta el espigón y bajar los excesos.
Pero que pinta más buena! Estoy deseando visitar Asturias!!
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Pues ya sabes Jacky, aquí os espero con los brazos abiertos y con muchas opciones gastronómicas, eso sí, no cuentes conmigo para tus entrenamientos jajaja. Estas mejor de lo tuyo?
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pero bueno…como no había visto yo este post????
Q has estado en el Catalin y no me he enteradoooooooooooooo…jejejje
La hija de la dueña, probablemente sería con la q tú hablaste, es amiga mía desde pequeña, ya que yo veraneo en el Puntal desde que naci.
Si me das tu permiso….puedo compartir este post en mi muro para etiquetarla y que lo vea????
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Claro que puedes compartir y etiquetar. Yo creo que hable con la madre.
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Ah con Gloria entonces… Tanto ella como las 2 hijas son encantadoras, solo q 1 está en la cocina y no está cara al público. Pero Jésica, q es mi amiga y la q está fuera, como dice mi abuela «vale su peso en oro» jejejee.
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Si que son muy majas, es un sitio al que hace años iba con frecuencia. Tengo un amigo que tiene una casa en la urbanización que esta entre El Catalin y el Puntal.
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Urbanización Gema del Mar.
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Ayer fuí a celebrar mi cumple, hacía tiempo que no me sentía tan agusto, y la comida de 12.Volveré, restaurante con encanto, buena comida y agradable trato..nos vemos.
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Lo primero, felicidades por ese cumpleaños. Me alegro que te haya gustado la recomendación.
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nosotros fuimos a cenar a celebrar nuestra bodas de plata, y estaba todo buenisimo
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Enhorabuena x esos 25 años y me alegra que quedarais satisfechos
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