Supongo que a vosotros también os pasará a menudo, buscar algo en Internet y acabar buceando por diversas páginas que nada tienen que ver con nuestra búsqueda original.

Este es el caso de hoy, acabé llegado a esta receta de José Miguel Olazabalaga, del restaurante Aizian y me pareció tan interesante y sugerente que la apunté en mi calendario de próximas elaboraciones.

Hay fines de semana que resultan muy productivos. El tiempo no acompaña y la idea de cocinar por puro disfrute resulta de lo más apetecible; unas cervezas, música y muchas ganas de pasármelo bien, acaban por poner en la mesa platos como éste.

El nombre de este plato, en su falsedad, va más encaminado por la textura que por la apariencia, a no ser que estéis tan sumamente ociosos como para tallar trocitos de patata con forma de arroz. Para mí, sin duda la apariencia más falsa que se puede conseguir, es con el tipo de pasta llamada puntalette.

Digamos que ésta, es una forma diferente de comer el famoso pulpo á feira con cachelos. El pulpo me encanta en cualquiera de sus versiones y ésta no podía ser menos.

Ingredientes:

200 grs. de patata, 200 grs. de pulpo, 150 ml. de nata para cocinar, pimentón dulce, parmesano rallado, perejil, 4 dientes de ajo, 15 mejillones, mayonesa, aceite de oliva virgen extra y sal.

Primeramente prepararemos todos los ingredientes. Pelamos los ajos (reservamos uno entero) y la patata, cortamos los primeros en una fina brunoise y la patata en láminas no muy gruesas para hacer unos cuadraditos. Picamos el pulpo en cuadraditos del mismo tamaño que la patata.

El pulpo lo compré cocido, al igual que lo mejillones. Éstos últimos, de la marca Hipercor, salen muy buenos y son de gran tamaño, lo único que hay que hacerles es quitarles las barbas.

Para acompañar nuestro risotto, haremos un ali oli triturando los mejillones con un diente de ajo y mayonesa (podéis optar por hacer una mayonesa casera, yo atajé).

Escaldaremos las patatas metiéndolas en una pota con agua fría, en cuanto llegue al punto de ebullición, retiramos y pasamos por agua fría. En una sartén (yo utilicé un wok), doramos un poco la mitad del ajo e incorporamos la patata, rehogamos y añadimos la nata, dejaremos que, a fuego medio, la patata vaya soltando el almidón y ligando con la nata.

Paralelamente, doramos el resto del ajo, añadimos el pulpo, una cucharada de pimentón y rehogamos dejando que suelte la gelatinosidad.

Una vez que ambos estén hechos, los juntamos y vamos ligando hasta conseguir una textura cremosa, al igual que en los risottos, rectificamos de sal.

Emplatamos espolvoreando un poco de pimentón, esta vez picante. Rallamos nuestro parmesano y esparcimos perejil bien picadito. Nuestro ali oli de mejillones se servirá como acompañamiento en un cuenco aparte.