Hoy toca engordar esta sección con una receta muy sencilla y muy útil. Esta masa nos servirá como base para hacer cualquier tarta o como veréis una quiche, el objeto se su elaboración.

Como os digo es una masa bien sencilla que está al alcance de cualquiera que esté dispuesto a ensuciarse un poco las manos. Se me ocurre que para los que tenéis hijos es una forma muy divertida de que pasen el tiempo, amasando.

Hay otro tipo de masas, como la de hojaldre que me parece mucho más complicada y que en mi caso no le voy a dar una oportunidad, para estos menesteres prefiero comprarla hecha, hay diferentes marcas de total solvencia que resultan muy prácticas.

Las cantidades que pongo son aptas para un molde de unos 20cms. El que yo utilicé tiene unos 24 e igual se me quedó un poco escaso y no alcancé la profundidad deseada. Esto ya dependerá de vuestros gustos y necesidades.

Ingredientes:

200grs de harina, 100grs de mantequilla, 1 huevo y una cucharadita de sal.

Antes de empezar me gustaría hacer una matización importante que nuestro amigo Simón M. del blog Acantilado De La Locura ha tenido a bien advertirme. Esta marca resulta que pese a su apariencia no es mantequilla, se trata de margarina vegetal con un poco de mantequilla (10%). Reconozco que siempre me extrañó no leer el nombre mantequilla y hasta que no me lo han comentado, no he leído la composición. Concretamente lo llaman materia grasa compuesta, vamos que es la última vez que la utilizo!!!. Ya sabéis, a leer la letra pequeña si tenéis alguna duda con un producto.

Ponemos la harina y hacemos un volcán, en el cráter ponemos la sal y el huevo, mezclamos y vamos añadiendo poco a poco la mantequilla a temperatura ambiente y cortada en cubos o rectángulos. Amasamos integrando todos los ingredientes pero sin hacer un amasado a fondo como en el caso de los panes o masa de pizza.

Hacemos una bola y cubrimos con papel film, refrigeramos en la nevera durante media hora y ya estará lista para manipular como cualquier masa. Un poco de harina en la encimera, estiramos con el rodillo echando también un poco de harina encima, le damos forma para cubrir el recipiente deseado.

Engrasamos el molde para que el desmoldado sea más fácil si no es un desmontable, pinchamos la base con un tenedor para que no suba la masa y horneamos en un horno precalentado a 180º durante 15 minutos. El resultado tendrá un ligero color tostado que luego cogerá más color cuando por segunda vez horneemos con los ingredientes que le añadamos.