Arroz con leche, un postre que a pocas personas no le gusta y no hablo de arroces estratosféricos como pueda ser este o el de Casa Gerardo, uno medianamente aceptable es un manjar, pero aquí estamos para sacarle partido a lo mejor y gracias al programa Hacer de Comer, Dani García nos da su receta con pelos y señales, todo un lujo.

Mi incursión en el blog con esta receta, no recogía ninguna tradicional, mi versión con leche de coco infusionada con toques orientales está de muerte, pero se aleja de la tradición y aprovechando el programa de televisión, es una buena ocasión para hacer la receta que en su día probé en el Bibo Madrid, donde celebré el tercer aniversario del blog.

Hablo de un arroz tradicional y en realidad no lo es, las medidas de arroz y líquidos pueden parecer escasas o excesivas pero a razón del resultado, alcanzan la perfección. Tampoco utiliza la típica piel de limón, canela o un chorrito de anís, en su lugar aromatiza con vainilla natural.

Seguro a muchas madres o abuelas les sorprenderá el uso de nata, claro está que la leche no tiene la misma calidad de la de antaño. Así sin más, la leche entera actual de cualquier marca es una basura, tantas medidas para la conservación y rentabilidades con las natas que se usan para otros destinos, lo que nos encontramos en un brick es más parecido al agua que a la leche de vaca recién catada.

Pues eso, que el añadir nata líquida proporciona esa cremosidad que todos añoramos, porque yo era de esos que me comía a cucharadas con azúcar las natas que mi madre guardaba tras hervir varias veces la leche y que sacaba postres de escándalo.

Ingredientes fáciles que siguiendo las instrucciones será muy difícil que falléis en su ejecución. Ahora bien, el ingrediente principal está en vuestras manos y vuestra cabeza, tenemos que remover constantemente y no valen distracciones, si pensáis que estar revolviendo media hora no es lo vuestro, ni lo intentéis.

Aquí os dejo este vídeo para que observéis la textura que ha de quedar antes de añadir la mantequilla y el azúcar, una imagen en movimiento vale más que mil palabras.

El resultado final es muy sorprendente, tanto movimiento que nos recuerda a la elaboración de un risotto, hace que el almidón se suelte y la conjunción de la leche con la nata con los efectos del calor, alcanza texturas que os recordarán a la leche condensada.

Para las cantidades usadas igual os sorprende en lo «poco» que se queda, pero os garantizo que podrían ser entre 6-8 raciones, la densidad y concentración de sabores juega en contra de nuestros ojos.

Los asturianos somos muy dados a eso de servir el arroz con leche con una capa de azúcar requemado, a mi me encanta y para asturianizarlo pero respetando la clase de un emplatado lujoso a la altura de Dani, he hecho este cesto de caramelo con filigranas y en vez de poner algodón de azúcar, como estamos en Pascua he querido recordar a esos huevos con sorpresa y en el interior he puesto unas nubes, para los más golosos. Finalmente, en vez del polvo de frambuesa le puse unos flakes dorados que acaban por rematar esta pequeña joya gastronómica.

Ingredientes:

1L leche entera, 250grs de nata, 45grs de arroz tipo risotto, 170grs de azúcar, 40grs de mantequilla, 1/4 vaina de vainilla, 100grs de azúcar para el caramelo, 6 nubes y flakes dorados.

Lo primero que haremos es mezclar la leche con la nata en una cacerola a la que le incorporamos la vainilla, para ello hacemos una incisión longitudinal en la vaina y con la punta del cuchillo sacamos todas las semillas, las agregamos junto con la vaina e infusionamos a fuego medio hasta que se caliente pero sin llegar a hervir.

Cuando la leche esté lista, en otra cacerola ponemos el arroz y a fuego fuerte iremos añadiendo a garcilladas la leche, empezamos con dos y luego tras remover constantemente, cuando veamos que el arroz la absorbe, añadimos de una en una.

Una vez que acabemos el líquido la textura que os ha de quedar es como la del vídeo, a partir de este momento es cuando agregamos la mantequilla y el azúcar, seguimos removiendo durante un par de minutos a fuego medio hasta que se integre todo. Retiramos del fuego y dejamos reposar hasta que temple, cubrimos con papel film pegándolo al arroz para que no entre aire y refrigeramos, mejor de un día para otro.

Para la decoración ponemos el azúcar (100grs) a calentar a fuego suave hasta que se forme un caramelo. Para dar forma al cesto yo he utilizado un huevo de metal que engrasé con un poco de aceite, con una cuchara y haciendo giros con el huevo vamos vertiendo el caramelo hasta alcanzar la forma deseada. Para los hilos tomamos la cuchara, dejamos que atempere un poco y dejamos caer una gota, con los dedos iremos tirando de ella formando una estructura delicada.

Cuando se enfríe el cesto desamoldamos y reservamos. Ponemos nuestra ración de arroz en un plato, colocamos el cesto en el medio, lo llenamos con unos trozos de nube y cubrimos con la estructura de hilos, rematamos espolvoreando los flakes dorados.