Tildarse a uno mismo de generoso puede resultar petulante quizás porque habitualmente se le asocia al aspecto crematístico de las cosas, sin embargo mi concepto de generosidad se integra directamente con los deseos o apetencias de los demás y la satisfacción que yo obtengo de ver su disfrute.

Os preguntareis, ¿a que viene este rollo?, fácil de explicar. El pasado viernes coincidí con una pareja amiga, Adela y Tomás y a eso de las 3am acabamos hablando de berenjenas (algunos podrán pensar, sin duda iban borrachos. Nada más lejos). Me quedé con la conversación grabada en mi disco duro, hice la compra el sábado y el domingo después de la jornada playera ejecuté el trabajo que hoy he degustado y que pongo a disposición de todos vosotros pero dedicado especialmente a ellos.

Ingredientes:

Para el relleno:  2 berenjenas, 150grs de tacos de jamón, 1 cebolla, 1 tomate, 3 dientes grandes de ajo, aceite y un chorrito de vino tinto.

Para la bechamel:  mantequilla, harina, leche entera, queso rallado, sal y pimienta negra.

Cortamos las berenjenas a la mitad y les hacemos unos cortes en la pulpa pero sin tocar la piel, colocamos en una bandeja, echamos un chorrito de aceite por encima y metemos por 20 minutos al horno a una temperatura de 200º.

Mientras se asan las berenjenas aprovechamos para picar finamente los ajos, y cebolla y si hiciese falta repasamos los tacos de jamón para que no sean demasiado gruesos. El tomate lo pelamos y cortamos en dados pequeños y reservamos. En una sartén con un chorro de aceite de oliva freímos el ajo y pochamos la cebolla, añadimos los tacos de jamón, chorrito de vino y cuando estén cocinados añadimos el tomate que se ira ablandando poco a poco.

Sacamos las berenjenas y vaciamos la pulpa, no hace falta pasarse apurando los bordes porque luego no se tendrán firmes. Esa pulpa la picamos y añadimos a la sartén para terminar el relleno.

Preparamos una salsa bechamel no muy líquida. A continuación veis como va todo el proceso y recordar sazonar al final y probar con frecuencia. Si os quedan grumos por inexperiencia o porque el día salió torcido, retirar del fuego, meterle la batidora y continuar con el proceso.

Pasamos a rellenar las berenjenas, vertemos bechamel al gusto, un poco de pimienta negra molida y cubrimos con queso.

Terminaremos el plato introduciéndole en el horno a gratinar. Si hacéis como yo, que lo deje toda la noche en la nevera, sacar previamente para que atempere o de lo contrario podréis encontraros con la bechamel fría.

Consejos:

Al pochado de verduras yo no añado sal pues el jamón le aporta la suficiente y además ya la usáis para la bechamel. Si tenéis unos 45 minutos libres no dudéis en intentarlo.

Si os sobró algo de relleno os propongo utilizarlo para hacer unos burritos o wraps, echar el relleno en el centro de una tortita, queso de cabra, 30 segundos de micro, añadimos unas lechugas o no, envolvemos y aquí tenéis mi cena de ayer.