Cuando nuestra madre nos advertía con darnos una torta nos echábamos a temblar, eran otros tiempos, había más respeto, hoy muchos de los valores se han perdido y he escuchado a micos que no levantan dos palmos amenazar a sus padres con denunciarlos.

Yo hoy no os ofrezco una torta, sino dos pero estas las aceptareis con mucho gusto y es que si hablamos de tradición y valores, las sevillanas tortas de aceite de Ines Rosales con más de 100 años de antigüedad representan a la perfección el mimo de un producto artesano acomodado a las exigencias del mercado moderno y es que el buen hacer de una empresa que ha perdurado más de un siglo tiene como mejor virtud, su calidad.

Bien sean solas, en el desayuno, como base de una ensalada, o como parte de un postre ese sabor tan característico del aceite, ajonjolí y aromas anisados no puede dejarnos indiferentes.

Todos conocemos la expresión «no caerá esa breva», que hace referencia a la fortuna, pues en esta caso han sido seis las que han caído. Las brevas son aquellos higos tempraneros que dependiendo de como hayan ido las lluvias del año seremos afortunados o no de probarlas durante estas fechas. Su caducidad es muy corta así que cuando las vi en el supermercado no dude un instante en llevarme esa media docena no fuese que al día siguiente ya no hubiese.

Ya con las brevas en mi poder tenía que dar vueltas a como preparar un postre diferente, atractivo y diferenciador. Las tortas de aceite sin duda eran un buen complemento pero quizás demasiado cómodo y fácil por lo que se me ocurrió hacer una espuma de yogur al café para darle volumen al conjunto y presentarlo a modo de tarta.

El resultado fue magnifico, la espuma por si misma no me aportó gran cosa, no quise endulzarla demasiado y obviamente no era una mousse. Sin embargo la mezcla de todo el conjunto concluyó en un postre perfecto y «bajo» en calorías, al fin y al cabo cada torta de 30grs. solo tiene 150 kcal, las brevas no tienen tanto contenido de azúcar como el higo y el yogur es natural con poca azúcar.

Ingredientes:

2 tortas de aceite Ines Rosales, 6 brevas, 3 claras de huevo, 200 grs. de yogur natural, 2 cucharitas de azúcar moreno, 1 sobre de Nescafé.

Primeramente removemos bien el yogur, utilizar uno tipo griego, muy cremoso, en mi caso me incliné por el artesano de Pastoret. Añadimos el azúcar y mezclamos bien, a continuación incorporamos el sobre de café y volvemos a mezclar hasta conseguir un conjunto cremoso y homogéneo.

Batimos las claras con un poco de sal y la ayuda de unas barillas, fundamental que estén bastante frías para que suban. Incorporamos la mezcla de yogur y removiendo conseguimos nuestra espuma de yogur al café.

Pelamos las brevas y en un recipiente ayudados de un tenedor desmenuzamos bien hasta conseguir una especie de mermelada.

Montamos el postre utilizando de base una torta, ponemos las brevas y a continuación la espuma, tapamos con otra torta y listo para servir.

Otra alternativa de presentación y descartando las tortas es hacer unas copas, aquí nos ahorramos 300 kcal pero ¿creéis que merece la pena?, probadas ambas os digo que no y si vuestra conciencia os machaca, con media hora de bicicleta elíptica asunto solucionado.