La creación de este plato parte de una premisa muy clara, he de mantener un estatus en este blog y no me parecía serio poner un artículo con unos simples huevos rellenos, que sí, están muy ricos pero……..no dan el nivel.

Dándole una vuelta a lo que tenía por la nevera acabé con el resultado que veis, un entrante muy visual y he de decir que muy rico, todos los ingredientes conjugan a la perfección.

Sin duda dejaréis boquiabiertos a vuestros invitados, el nombre por si solo ya resulta inquietante y le proporciona un halo misterioso que cada cual averiguará con el primer bocado. Yo recomiendo comerlo con la mano.

Ingredientes:

1 huevo cocido, 20grs de cangrejo real (podéis sustituir por bonito, andarica, centollo..etc), una cuchara de postre de mayonesa, 4 tiras finas de calabacín, 50grs de salmón ahumado, harina de tempura, agua muy fría.

Partimos el huevo a lo largo y extraemos la yema, desmigamos el cangrejo, ponemos en un bowl y con la mayonesa mezclamos. Rellenamos cada mitad enrasando.

Cortamos las láminas de calabacín y las pasamos por la sartén con una gota de aceite y sal para que doren un poco, ablanden y sena más moldeables.

Preparamos la tempura con su harina, la mezclamos con agua muy fría, yo la enfrié con unos cubitos de hielo. Mezclamos hasta que nos quede una crema no muy líquida.

Envolvemos cada mitad primero con el salmón tapando con la parte más ancha la zona del relleno, después envolvemos cruzando dos lajas de calabacín, las fijaremos con un par de palillos.

Pasamos por la tempura y en una freidora con aceite muy fuerte freímos el envoltorio. No posar en la rejilla, se os pegará, yo me ayudo de una cuchara y en 10 segundos ya lo suelto a la rejilla sujetando por el palillo. Retiramos y quitamos el exceso de aceite con papel absorbente.

Yo emplaté en el mármol de Espacio Store, menudo partido les estoy sacando y es que el negro resulta tan elegante que me cuesta cambiar.