Ya puestos en harina y como no iba a perder de publicar una receta de las que yo llamo de relleno en cuanto a labores periodísticas se refiere os presento un plato de reciclaje 100% de la receta publicada de la ñocla rellena aunque podéis prepararlo específicamente.

No me extenderé demasiado pues los procesos de ñocla rellena, bechamel y croquetas podéis verlos en recetas ya publicadas.

Ingredientes:

1 ñocla, 1 bolsa de espinacas naturales, 1 cebolla, 4 dientes de ajo, 1 chorro de vino blanco, mantequilla, harina, leche, queso rallado, 2 huevos, pan rallado, aceite de oliva y sal.

Cocemos la ñocla con abundante agua fría y sal, desmenuzamos y reservamos toda la carne y el caparazón.

Pelamos y cortamos en brunoise el ajo y la cebolla, pochamos, añadimos un chorro de vino blanco, añadimos las espinacas que previamente habremos cortado en tiras, echamos sal, removemos y rápidamente veremos como pierden volumen y van soltando su agua.

Cuando el conjunto este listo añadimos los jugos y la carne de la ñocla, mezclamos bien y reservamos mientras preparamos una bechamel.

Mezclamos el relleno con la bechamel y rallamos un poco de queso, guardamos en la nevera y preferiblemente tras 24 horas para que todos los sabores estén bien mezclados y tenga una consistencia buena haremos las croquetas.

El proceso de la elaboración de las croquetas es el típico, recordando que yo suelo pasar primero por harina (paso no necesario), huevo y pan rallado. Freímos y ya tendremos nuestras croquetas listas para consumir en el acto o bien congelar y tener reservadas para otra ocasión.

Para la presentación una vez más utilicé las bandejas de mármol de Espacio Store a las que tanto partido les estoy sacando y que podréis comprar junto a muchas más cosas en la tienda de Beatriz .