¿A quien no le gustan los pinchitos?, esos nooooo!!!!, que también. Me refiero a los satay palabra utilizada en el Sureste Asiático pero que a vosotros os resultara mas cotidiano llamarlo brocheta.

En mis  viajes por la zona daba igual que estuvieses en Kuala Lumpur o Bali, allí es casi obligatorio comerte un satay como snack en un puesto ambulante o como entrante en un restaurante.

La versión que hoy os presento lleva como base el pollo aunque también podréis prepararlos de ternera, cerdo, pescado, cocodrilo o serpiente, como veis cabe todo, hasta la suegra si se pone pesada.

Para ser puristas en la materia deberíamos hacerlos a la barbacoa, sin duda esta le aporta ese sabor ahumado tan característico, pero el día que los preparé no era como para liar más la madeja, así que el horno funciona estupendamente.

Ingredientes:

3 o 4 pechugas de pollo enteras, 2 dientes de ajo, 20grs de jenjibre fresco, 1cl de salsa de pescado, 3cl de salsa de soja, 20grs de miel, 120grs de manteca de cacahuete, 1 thai chili picado, 2cl de zumo de lima, 7cl de leche de coco y sal

No me ha quedado más remedio que ir adaptándome a la tecnología y tras una cena de amigos en la que los serví, me he animado con una vídeo receta, ya veréis que fácil de hacer.

Limpiamos y cortamos el pollo en dados de unos 2cms y reservamos en un bowl.

En otro recipiente echamos el resto de ingredientes y le metemos batidora a tope hasta que queda como una crema. Vertimos una parte (el resto lo conservamos) en el bowl del pollo, mezclamos y tapamos con film, dejamos marinar toda la noche (podríais tenerlo una hora pero a mi me gusta que aromatice muy bien). Hacemos los satay insertando los dados, preferiblemente usar los palillos de madera.

Colocamos un papel aceitado en la bandeja del horno o como en mi última ocasión, en unas hojas de plátano y calentamos a 200º, disponemos los satay, no tengáis miedo de poner mas salsa por encima, con 4 minutos por cada lado deberían estar listos y jugosos.

Servir acompañado de un recipiente con el resto de la salsa que habíamos reservado.

Truco: hacer en abundancia y si os sobra preparamos un arroz thai salteando unas verduras, añadiendo el pollo y el arroz que habremos hervido 7 minutos (el tiempo de cocción para este arroz son 9 minutos pero yo siempre rebajo en dos porque me gusta más al dente y si vuelve a sobrar en el siguiente recalentado no se convertirá en papilla)