Genesis, 8-8-70



Cazorla 1

Creo que una imagen vale mas que mil palabras y no hace falta ser un lince para darse cuenta que la principal motivación en mi pasión por la cocina es ella, Pilar, Pili o simplemente mamá.

Sois muchos los que con vuestros comentarios en redes sociales me habéis animado a dar formato a esta parte de mi vida y desde aquí quiero dar las gracias a todos y cada uno de vosotros por ir aguantando mis permanentes publicaciones de los diferentes restaurantes o platos que he ido cocinando.

Sin embargo, la razón fundamental es dejar plasmado el resultado de las enseñanzas que a lo largo de estos años he adquirido de ella, mi maestra y mentora en este apasionante mundo de la cocina. Sirva de homenaje a esa labor diaria de trabajo, muchas veces en la sombra de aquellos que tan solo necesitan un «todo riquísimo» para seguir al frente de tan ardua tarea.

La pretensión de este modesto blog no pasa más allá de poner al alcance, sobre todo de mis amigos o conocidos una herramienta de consulta. Los textos en algún momento se que alcanzarán la pedantería o la vulgaridad y la fotos no pasarán de la mediocridad de mi smart phone pero aún con todo se que al menos alguien disfrutará, porque esa persona siempre me querrá y aceptará mis defectos no sin cierta dosis de crítica que en su caso siempre será constructiva.

Ya de pequeño rondaba la cocina pues sabía que ahí siempre había algún plato que rebañar, varias de mis cicatrices son recuerdo de ese fuego de mortero que en plena huida de la encimera o despensa daban con mi cara en alguna esquina.

Cuando ya fui capaz de superar la altura de la meseta de cocina me convertí en aguerrido pinche, ojo avizor de todo lo que allí sucedía mientras fregaba los cacharros, picaba cebolla o removía algún guiso con el cucharón. Aquella sala de maquinas siempre a todo gas y en perfecto estado de revista pues si algo aprendí es que se puede cocinar y ser ordenado y limpio a la vez.

Pasaron los años y llego la emancipación, sin duda tenía los mimbres y que yo pasase hambre nunca sería la preocupación de mi familia, sabía como sacar un plato espectacular de la nevera de Carpanta.

Nunca fui de los del tupper de mamá (inviable viviendo en San Francisco, CA), porque estaba mas que capacitado para emular sus platos y siempre ha habido un rechazo en mi a la comida enlatada, en cartón,….etc. Por otro lado no iba a renunciar a comer bien así que fui incrementando los niveles de dificultad hasta convertirme en lo que soy hoy, un cocinillas, el mejor amante que una cocina pueda tener, el gourmet refinado y sibarita o el plebeyo sin modales agradecido con las sobras de sus señores feudales.

Gracias por estar ahí siempre que te he necesitado.

15 dias

TQM

Categorías: MOTIVACIONES

1 comentario

  1. Q bonito!!!! Y q bella dedicatoria a tu mamá. Q harìamos sin ellas…
    Estoy impaciente x ver mas entradas, pero tranquilo…poco a poco, q como dice mi abuela…»las cosas de palacio van despacio». 😉

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