Poco a poco vamos añadiendo recetas muy de mi tierra y está claro que unos tortos no podían faltar, así que he hecho un combinado para que veáis alguna de las posibilidades de acompañamiento aunque hay muchas más, aquí cabe de casi todo.

Me han entrado dudas de como categorizar este plato, por el tamaño y variedad que yo os muestro podría tratarse de un entrante pero aunque sean pequeñinos son matones por eso los considero plato principal y así fue como los comí.

Los tortos tienen una composición muy sencilla como veréis y la clave en su preparación es que se utilice una buena harina de maíz (si es asturiana mejor que mejor, ni se os ocurra utilizar Maizena) y que la mezcla se haga con agua templada, esta nos facilitará que la textura sea fina y se pueda amasar bien. El resto es darle el grosor deseado y freír en un buen aceite de oliva, todo depende de como nos gusten, más finos y crujientes o mas tipo pan con una costra crujiente.

Para acompañarlos he utilizado picadillo de chorizo, morcilla de León, huevo frito y queso Cabrales.

En muchos restaurantes tipo tradicional, y en sidrerías os los podréis encontrar, el más clásico es el que lleva picadillo con huevo o el de picadillo con una salsa de queso Cabrales por encima, ambos acompañados de patatas y el tamaño del torto es XXL, ahora me entendéis mi duda respecto de como categorizar.

Tengo un pequeño disgusto con parte del plato, el queso Cabrales a pesar de ser Denominación de Origen no ha salido bueno en cuanto a presencia, ni asomo de ese color característico de los quesos azules, los bichitos debían estar de vacaciones, aún así el sabor es muy bueno pero……..no es lo que deseaba para que luciese en el plato.

Ingredientes:

250grs de harina de maíz, 250ml de agua templada, una cucharita de café de sal, aceite de oliva virgen y los ingredientes que prefiráis. A parte de los mostrados puede ponerse bacalao con pimientos, unas tiras de carne con chimichurri, etc

En un bowl echamos la harina, hacemos un volcán y en el centro echamos la sal y poco a poco vamos echando el agua templada y amasando. Cuando tengamos una bola uniforme iremos tomando la cantidad que queramos y hacemos unas bolas independientes.

Cogemos un trapo de cocina de tela y lo humedecemos, lo extendemos y ponemos una de las bolas, doblamos el trapo y con la palma de la mano aplastamos suavemente, los bordes ni la forma redonda tienen que quedar perfectos.

Freímos en abundante aceite de oliva a temperatura muy fuerte, les damos la vuelta, veréis como salen unas burbujas grandes, esta es una de las características de los tortos. Escurrimos y colocamos en una fuente con papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.

Preparamos el resto de complementos, en este caso freír la morcilla, el picadillo y el huevo, cada uno por separado y con aceites nuevos para cada uno. Emplatamos colocando encima del torto.