Las despedidas suelen ser duras y en mi caso los quince días que he pasado en Zahara de los Atunes han resultado magníficos, tanto que casi seguro que el año que viene repita, por ello hacer las maletas y volver a la realidad nos entristece, es un día de sentimientos encontrados, un apurar cada minuto sabiendo que tardaremos en volver a tener las mismas sensaciones.
Todo esto se hace más llevadero si estas en compañía de amigos y en mi caso los últimos tres días estuve acompañado por María y Nacho que habían agotado su quincena de calendario en Conil y los acogí gustosamente. Últimos baños en las aguas transparentes de Atlanterra, últimas horas de sol que tanto echo de menos en esta encapotada Asturias Patria Querida, últimas cervezas y mojitos, última puesta de sol con el faro de Trafalgar por testigo y toca despedirse de mis chicas y chicos del Chiringuito La Costa que tanta compañía me han hecho, les cogió por sorpresa pues no lo había avanzado y algo de tristeza también sintieron pues fueron muchas horas viéndome desayunar y escribir mis artículos.
En nuestra última salida nos acompaño la simpática sevillana Eva a la que pudimos conocer mejor fuera del entorno laboral, todo desparpajo y vitalidad. Para variar otra vez vamos sin rumbo, a la aventura, hasta que damos con una mesa en la terraza de La Taberna del Tío Curro, nos acomodamos y rápidamente nos atienden, un personal muy agradable y receptivo. El interior del local está lleno de buenas fotografías de cantaores/as de flamenco que le dan un toque muy auténtico.
Toca despedirse de atún y de algún otro clásico por lo que nuestra elección no resulta demasiado complicada.
Comenzamos por una clásica ensalada con frutos secos y manzana.
Un poco de cazón en adobo.
Unos chipirones a la plancha.
Tartar de atún rojo.
Y finalizamos con nuestro corte favorito del verano, el morrillo.
La cena resulta muy agradable y muy correcta, todo estaba muy rico y es que por la experiencia vivida en cualquier sitio que entréis con más o menos pretensiones, Zahara de los Atunes y en general la provincia de Cádiz, es un lugar donde se come muy bien y cualquier producto del mar siempre será una buena elección aunque sus carnes de vaca retinta no se quedan atrás.
A pesar de tener que madrugar al día siguiente no podemos despedirnos sin tomar una bebida espirituosa y Eva nos propone acercarnos al Chiringuito La Luna donde actuaba La Hungara. Parece ser que se canceló por motivos que desconozco pues ya llegamos avanzado el concierto pero la actuación que la sustituyo nos dejo con un gran sabor de boca, amantes o no del flamenco uno sabe reconocer que lo visto allí era mucho arte. Os dejo un momento grabado de la canción Inevitable de La Negra.
Hora de retirarse con la satisfacción de haber cumplido bien nuestro cometido vacacional, el pleno disfrute y descanso.
La Taberna del Tío Curro – C/Perez Galdos, 9 – Zahara de los Atunes – Cádiz – Tel: 606 03 88 61
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Fuego de Mortero 
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