Hoy preparamos un básico de la cocina, el escabeche o método de conservación de alimentos en vinagre mediante una operación de marinado. Este proceso lo podemos aplicar tanto a carnes como a pescados o mariscos siendo también según las zonas característico el uso de pimentón o azafrán en sus ingredientes. En nuestro caso concreto hoy utilizamos caballa, macarela o xarda que es el nombre por el que la conocemos en Asturias.
La elección de este sabroso pescado azul vino determinada por la pinta que lucía en la pescadería, sin duda su color verdoso con franjas negras resulta muy atractivo a la vista y ni os cuento al bolsillo, es un pescado muy barato, 1,95€ el kilo. Nuestros dos ejemplares costaron 1,45€ y si le añadimos el resto de ingredientes no superamos los 2,50€.
Un buen escabeche es toda una delicia culinaria y apuesto a que nadie se pude resistir a una perdiz, codornices o esta misma xarda escabechada.
Una de las bondades del escabeche a parte de su fácil preparación es que nos aguanta mucho tiempo en perfecto estado y resulta ideal para realizar conservas.
Ingredientes:
2 caballas grandes, 2 dientes de ajo, 1 cebolla, 2 zanahorias, 1/2 vaso de aceite de oliva virgen, 1 vaso de vinagre de vino suave, 1/4 de vaso de agua, 2 hojas de laurel, pimienta negra en grano, sal.
Calentamos el aceite a fuego suave con los ajos para confitar y que el aceite coja sabor, retiraremos los ajos y pasaremos a freír un poco los lomos 4 lomos limpios de la caballa que habremos salado previamente (podéis pedir en la pescadería que os saquen los lomos si nos sois hábiles con el cuchillo).
Retiramos, reservamos y procedemos a saltear la cebolla que habremos cortado en juliana y la zanahoria en rodajas gruesas, con dos minutos será suficiente, momento en el que volvemos a introducir la caballa sobre las verduras, añadimos el laurel, ajo que habíamos reservado, 10-20 granos de pimienta negra, un vaso de vinagre y el agua, movemos la pota y dejamos cocinar a fuego suave unos 15 minutos.
Disponemos en una fuente profunda, esperamos a que atempere y refrigeramos. Cuando vayamos a consumir dejar que atempere, sabe mucho mejor si esta templado. Colocamos sobre una tosta o como en este caso sobre un pan de pipas, nueces y arándanos rojos, decoramos laminando el ajo o si nos parece demasiado fuerte lo acompañamos de una picada de aceitunas que le iban perfectamente. En definitiva un aperitivo perfecto.
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