Tenía muchas ganas de mostraros esta receta de la que quedé enamorado cuando residí en San Francisco. Sin duda cuando uno visita esta magnífica ciudad estadounidense ha de visitar Fisherman Wharf y el Pier 39, una de las zonas con mucho atractivo y que nadie debe perderse ya que allí encontrareis multitud de restaurantes, tiendas, podréis sacar vuestras entradas para visitar Alcatraz, ver los leones marinos dormitar y rugir, tomar unas cervezas, comprar recuerdos, etc.
Allí en los puestos al aire libre mientras observas como dan mazazos a los cangrejos veréis unos carritos de los que la gente sale con una hogaza individual de pan con una cuchara, os preguntareis que rayos será eso que con una sonrisa de felicidad todos se llevan, es el clam chowder, una sopa espesa de almejas que en San Francisco sirven de esta manera aunque donde realmente tiene su máxima expresión es en la costa noreste, en Nueva Inglaterra.
La versión que os muestro es al estilo Nueva Inglaterra aunque hay otros chowders como el de Manhattan, Rhode Island, Outer Banks (Carolina del Norte), Minorcan (Florida) y en alguno de ellos utilizan tomate, especias, picantes, algo que para los puristas de Maine resulta un sacrilegio hasta el punto de crear una ley en 1939 que ilegaliza el uso de tomate en el clam chowder.
Resulta una sopa muy enérgica pues como veréis lleva bacon y se cocina con su grasa además de añadirle mantequilla y nata. En los fríos días que entra la niebla por el Golden Gate no hay mejor manera de calentarse que con un buen clam chowder. Todo el mundo que la prueba repite, por algo será y esta receta se la quiero dedicar a mi hermana que cuando me visitó quedó prendada de su sabor y es algo que siempre recuerda por encima de otras atracciones locales de más renombre.
En su elaboración podéis utilizar la almeja de cultivo, mucho más barata que la babosa y sinceramente no notareis mucho la diferencia, si acaso en los tamaños, los esfuerzos económicos mejor dejarlos para sacar toda la esencia del producto al natural, o si acaso a la plancha.
Ingredientes:
700grs de almeja, 120grs de tacos de bacon, 1 cebolla mediana, 1 patata mediana, 100ml de vino blanco (yo utilicé albariño), 100ml de nata para cocinar, 300ml de leche entera, 25grs de mantequilla, una cucharada de harina (falta en la foto), 1 cucharilla de café de sal, pimienta negra recién molida, una ramita de perejil y «agua».
Pelamos y cortamos en cubos pequeños tanto la cebolla como la patata, el bacon también en trozos pequeños.
En una pota mediana fundimos la mantequilla, hay que tener cuidado de no pasarse con las temperaturas para no quemarla, añadimos el bacon y removiendo lo dejamos hasta que se dore pero sin llevarlo al punto crujiente, cuando este listo le añadimos la cebolla y pochamos tapando la pota, queremos que sude, que se quede blanquita.
Mientras se pocha hacemos las almejas que habremos tenido en agua fría durante media hora con un puñado de sal para que expulsen excesos de arena, cambiamos el agua un par de veces. Ya con las almejas bien limpias las hacemos con un par de dedos de agua y tapando, en un par de minutos estarán abiertas y retiramos rápidamente para que estén casi crudas, colamos ese agua y reservamos mientras desprendemos la almeja de su concha.
Una vez que la cebolla este pochada añadimos la harina, mezclamos bien a fuego medio e inmediatamente añadimos el vino, comenzará a hacerse una pasta, seguir removiendo e ir incorporando el agua de las almejas poco a poco (es como si hiciésemos una bechamel). Cuando veáis que alcanza ese punto entre cremoso pero no líquido del todo añadimos las patatas, la sal y la pimienta. Han de quedar cubiertas y si no nos llega con el agua de las almejas le echamos hasta donde necesite de agua del grifo. Removemos frecuentemente para que no se nos pegue.
Tras 10-15 minutos dependiendo de la patata (pincháis o probáis hasta que este tierna, y no se deshaga), estará listo para añadir las almejas que habremos cortado a la mitad, leche y la nata que tendremos durante otros 10 minutos a fuego medio, no olvidar remover o se os pegará. Probamos y en su caso rectificamos de sal y pimienta.
Servimos preferiblemente en un cuenco o taza de consome decorando con un poco de perejil.
Cerramos los ojos y nos sentiremos como un colono o como un acaudalado de los Hamptons, no importa, el chowder nos iguala.
Esta es la espinita que me quedó clavada de mi viaje a USA en 2012, no poder pasar un par de días en SF, pero ya faltaban días para repartir. He oído hablar de esta sopa, sobre todo por su presentación en el pan así que te agradezco tu receta, porque es probable que la haga ya que cualquier crema o sopa es bien recibida en casa.
Por cierto, tus pregnant bites muy buenos, una idea genial, queda algo parecido a las empanadas gallegas de maíz, me lo apunto para el martes de campo 🙂
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Que pena!!!!, SF es una pasada, mucho mejor que LA, pero claro hay veces que no da tiempo para todo.
La crema es una maravilla, lo importante es que la patata no se deshaga, que queden los chunks.
Ya me dirás en dos semanas como te quedaron, a mi me gustó mucho la idea y resultan muy sabrosos y diferentes.
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Exelente receta. Te hago una corrección, New England está en el Noreste de Estados Unidos y no en la costa Oeste. Está integrado por seis estados: Maine, Nuevo Hampshire, Vermont, Massachusetts, Rhode Island y Connecticut. Limita al Norte con Canadá. Yo tuve oportunidad de probar esta maravillosa sopa en Boston Massachusetts.
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Meca que coño escribí, claro que está ahí, si todavía estuve este febrero por segunda vez en Boston. No es disculpa pero seguro q me lié con la versión que por primera vez comí en San Francisco. Muchas gracias por la corrección, gambazo del 15 😜
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Corregido
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