
La Pirindola – C/ Pajares, 21 – Zahara de los Atunes Tlf: 956 439 730
Hoy quiero hablaros de un restaurante que podríamos considerar de los «nuevos» en el panorama gastronómico de Zahara de los Atunes, aunque ya han cumplido tres veranos y aquí os resuma mis tres visitas. Que el restaurante sea de los últimos en llegar, no quiere decir que no tenga mucha historia y sabiduría a sus espalda pues el proyecto ha sido puesto en marcha por Eugenio González, uno de los dos socios del restaurante Ramón Pipi y Pepe Díaz, maitre del restaurante Antonio durante 24 años.

Si os digo que se trata de un restaurante a pie de playa, lo hago de manera literal ya que gran parte de su magnífica terraza yace sobre la arena al borde de las dunas. En un ambiente desenfadado, pijo-hippie, no resulta asonante calzarse una chanclas con tu outfit nocturno y llegado el momento descalzarte mientras pisas la arena fresca, mejora tu experiencia.
Por su ubicación, en una de las esquinas del pueblo, las puestas de sol diarias son dignas de ver y os recomiendo llegar con tiempo para disfrutar de un aperitivo previo durante este momento mágico. Además, al terminar de cenar, a unos metros podréis tomar una copa en un clásico como La Ballena Verde, echarse unos bailes en Tunante Zahara, Lo de BiBi, por poner algunos ejemplos.

La oferta y similitud entre casi todas las cartas de los restaurantes, tienen como denominador común al atún rojo salvaje de almadraba, la carne de vaca retinta o las excelentes frituras de pescado. En la Pirindola encontramos un matiz diferenciador que no es baladí, muchos de sus platos se hacen a la brasa y ese punto ahumado nuestro paladar lo agradece.
El nombre de La Pirindola hace referencia por los lugareños a la caldera de vapor que asoma entre los restos del naufragio del barco llamado Gladiator, que con pabellón británico se hundió con su cargamento de azúcar en 1893 cerca de la Playa del Carmen. Para los aficionados a la historia también recomiendo acercarse al Bunker en el extremo de la playa de Atlanterra, una edificación construida durante la Segunda Guerra Mundial para defenderse de un posible ataque aliado; y La Playa de Los Alemanes, cuentan que algunas de estas mansiones fueron refugio de unos cuantos nazis protegidos por el franquismo.
Dejemos el pasado y centrémonos en el sabroso presente que nos recibe con un aperitivo de ensaladilla rusa o unas zanahorias aliñás. Seguimos con unas crujientes tortillitas de camarón, unas coquinas, mejillones a la brasa o las sublimes gambas fritas.

Continuemos con algunos platos de atún. El atún picante con cítricos es majestuoso, el atún especiado como pincho moruno, la mini hamburguesa o las albóndigas de tarantelo.

El costillar de atún o el calamar a la brasa dejan paso a unas alitas de pollo marinadas, también a la brasa y como remate una piña braseada con helado de coco.

No quiero seguir dando la brasa, lo mejor es que vayáis a La Pirindola y os la den ellos, allí nos encontraremos el próximo verano.

Espectacular!
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Si, es un sitio precioso y se come muy bien.
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