
La cocina no deja de sorprender y cuando había pensado que ya tenía publicada esta receta resulta que solo tenía una versión muy hardcore para el recetario de cocina asturiana, se trataba de una versión Rollo de Bonito con Wakame y Jengibre que en 2014 me parecía lo más por aportar algo muy diferente.
En esta ocasión también me salgo del molde y esta versión seguro «matará» a los puristas, me importa poco a estas alturas, pretender ser quien no soy nunca ha ido con mi forma de ser. También se me criticará por utilizar una parte tan noble y jugosa como la ventresca, ¿y?, acaso tratar de optimizar la calidad debe estar penado. Pues exceptuando el coste, la respuesta es rotunda, NO, lo mismo que unas albóndigas con solomillo de ternera o los famosos huevos rotos con langosta y patatas fritas son una maravilla si nos lo podemos permitir.

Ojo, no quiero parecer un sobrado, de hecho la ventresca llevaba congelada unos cuantos meses y hacerla de esta manera me pareció mucho más eficiente que comerla a la plancha. Se acercan las vacaciones y cuantas menos cosas queden en el congelador menos susto nos llevaremos ante un eventual apagón por una tormenta de verano.
Además de la ventresca mi rollo lleva una picada de langostinos frescos, los corales de sus cabezas, cebolla caramelizada, un huevo cocido, perejil, miga con leche y una salsa de tomate con un toque de sidra natural. Os aseguro que el resultado final ha sido una gozada, extra jugoso y muy sabroso, aquí os dejo la idea.
Lo mejor es que veais en 10 minutos la vídeo receta.
Ingredientes:

1 ventresca de bonito del norte, 500grs de langostino crudo, 3 dientes de ajo, 3 cebollas, 3 ñoras, 1 pimiento rojo, 1kg de tomate rama, 1cda de salsa picante, 2 rebanadas de pan de molde, 125ml de leche, 125ml de sidra natural, 1 huevo cocido, 1 huevo crudo, pan rallado, perejil fresco, AOVE, agua y sal.
El primer paso que seguiremos es hidratar nuestras ñoras en agua durante al menos 12 horas, luego rasparemos su interior para extraer toda su pulpa que reservaremos. Pelamos y cortamos los ajos en fina brunoise y la cebolla en juliana para pocharlo todo muy bien, primero tapamos para que sude y nos quede blandita.
Para que de tiempo a enfriarse coceremos un huevo y los tomates los escaldaremos en agua hirviendo durante unos 30 segundos después de haberles hecho una incisión en cruz en la base. Los retiramos y cubrimos con agua fría para cuando se posible manipularlos, pelar, extraer las pepitas y picar la pulpa. A la par aprovechamos para picar en brunoise el pimiento morrón.

Ahora con mucho mimo vamos a despizcar la ventresca cortando con un cuchillo y deshaciéndonos de las espinas y telillas sobrantes. Con los langostinos al pelarlos exprimimos las cabezas para aprovechar su coral, los cuerpos les retiramos el intestino y los picamos del mismo tamaño que el bonito. Picaremos una cantidad no muy grande de perejil, el huevo cocido, empapamos de leche la miga de pan, tomamos la mitrad de la cebolla caramelizada e incorporamos todo a una bandeja o bowl junto con una cucharada de picante y sal. Mezclamos todo y tras batir un huevo lo añadimos y comenzamos a pringarnos con las manos para hacer una buena mezcla.
Paralelamente, en el aceite que sobró tras escurrir la cebolla, pochamos el pimiento cortado en brunoise y cuando esté blando devolvemos la mitad de la cebolla y la pulpa de las ñoras, mezclamos, subimos el fuego a tope y echamos la sidra para que se evapore rápido el alcohol, añadimos los tomates picados, mezclamos, bajamos a fuego medio y tapamos para que se nos haga la salsa de tomate.

Dependiendo de gustos vamos a formar los rollos de bonito, los rebozaremos con el pan rallado y los freímos sin excedernos de dorado, buscamos un sellado para que luego se terminen de hacer con la salsa. Cuando llevaba tres unidades y viendo lo que faltaba, preferí hacer el resto en unos albondigones porque no habrían cabido en la cacerola sin estar desahogados. Estas albóndigas las llevamos una vez fritas y enfriadas a temperatura ambiente al congelador, ya las haremos con otro tipo de salsa.
Trituramos la salsa de tomate y metemos los rollos, tapamos y a fuego suave dejamos hacerse durante 10 minutos por cada lado para que se transfieran los sabores. Yo los he servido tal cual pero una guarnición de patata frita o cocida le va genial.



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