NO. – C/ Puigcerdá, 8 – Madrid Tlf: 91 431 64 56
En una ciudad como Madrid son tantos los negocios de restauración que resulta muy difícil decantarse por uno cuando eres un visitante más de la capital, pero si tiene la suerte de que uno de los maquilladores más importantes del panorama nacional como David Francés, te recomiende e incluso efectúe la reserva en uno de los sitios chic del Barrio de Salamanca, miel sobre hojuelas.
Si a veces resulta complicado conseguir mesa en Oviedo, excuso deciros lo que supone Madrid en el fin de semana del amor enlatado y no sabéis la liberación que supone eliminar ese problema al que tantas veces me enfrento.
Adentrarse en la calle Puigcerdà aunque sea un callejón sin salida (de Jorge Juan) no debe daros miedo, todo lo contrario, lo hacemos a una calle donde son cuatro los restaurantes que se encuentran seguidos y le dan vida, al final esta NO.
Abierto desde 2012, el chef Xavier Márquez forjado en cocinas como la de Spoon, en Londres, bajo la dirección de Alain Ducasse nos propone una cocina en la que rescata sabores tradicionales de la cocina española dándole un toque internacional.
En su página web tiene la siguiente declaración de intenciones: NO. NO ES UN RESTAURANTE COMO LOS DEMÁS. NO ESTÁ DECORADO COMO LOS DEMÁS. NO PRETENDE SER EL MÁS CREATIVO. NI EL MÁS CASERO. ESTÁ PENSADO POR TI, NO POR NOSOTROS. ES ALGO NUEVO, INCONFORMISTA. ABIERTO A NUEVAS IDEAS E INSPIRADO EN AQUELLAS PERSONAS QUE DIJERON NO PARA CAMBIAR LAS COSAS. ¿NO VIENES?
Antes de entrar tenemos una terraza comedor que por razones invernales estaba capotada, en una cálida noche de verano siempre intentaría reservar ahí. El restaurante tiene varios niveles, nos recuerda a un loft de Manhattan y la cubierta inclinada con vigas de madera pintadas en blanco permite la entrada de luz natural cenital.
Exceptuando las sillas, el juego de colores combina en blanco y negro siendo motivo principal de sus paredes unas pinturas hechas como a carboncillo de situaciones o personajes que en algún momento de la historia supieron decir NO. Entre otros, Amelia Earhart que fue la primera mujer en cruzar el Atlántico en avión, o los muchos chinos que plantaron cara al gobierno durante la masacre de la Plaza de Tiananmén.
No iba a cambiar mis hábitos y para la ocasión elegí unas cervezas artesanas de Guadalajara, concretamente las de trigo y rubia de Arriaca.
La carta tiene unas originales formas de describir los grupos de comidas.
Comenzamos con unas alcachofas fritas con lascas de parmesano, tenían que instaurar en los cines este pica pica en vez de las palomitas, más sano y mucho más rico.
Habiendo liderado en Madrid el Wokcafé, primer asiático wok de España no podía faltar un wok thai de curry rojo con langostinos y arroz jazmín. El arroz estaba un punto pasado de cocción, pero puede que colocarlo en la base no ayudara y prolongara su cocción. Soy partidario de ponerlo encima o a un lado para luego servir y mezclar pero obviando esto el curry y el punto de las verduras era bueno.
Turno del tataki de atún rojo de almadraba con ensalada de algas, edamame y setas enoki con reducción de soja dulce.
Siguiendo las instrucciones de David, no podíamos perdernos el arroz socarrat con verduras, setas de temporada y foie-grass. Muy rico aunque tuviera mi habitual pelea con los guisantes.
Para finalizar una crème brûlée de naranja y vainilla bourbon.
Resultó una cena muy agradable no sólo por la compañía, tanto la comida como el ambiente nocturno del restaurante, sin excesivo bullicio, propició el relax buscado.
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