La Leyenda del Gallo



La Leyenda del Gallo – C/ Altamirano, 9  –  Oviedo     Tlf: 984 840 684

La historia de la aburguesada ciudad de Oviedo está repleta de crónicas y aunque muchas de ellas se remontan al siglo pasado, la verdad, no hace ni cien años de que algunas transcurriesen.

Hoy en día existe un exceso de comunicación a través de los diferentes medios, todos tenemos un móvil que nos permite inmortalizar vivencias que rápidamente subimos a redes sociales. Los historiadores, desde finales de los noventa lo tienen más fácil, Google es el ente supremo que tiene todas las respuestas.

Tras la Guerra Civil abría en la calle Altamirano Casa Manolo que junto al Lito han sido testimonio de las páginas más gloriosas del ocio, como era entendido antaño. Bebida, comida y tertulia, mismos exponentes a los de la actualidad, pero con la diferencia de que aquellos se acercaban más a la cultura y menos a la vanalidad.

En Casa Manolo,  cabezas de jabalíes, rebecos y hasta de una jirafa, y la mandíbula de un rinoceronte ornamentaban las paredes. Los domingos se organizaban en su patio peleas de gallos en las que no existían apuestas pecuniarias, los asistentes se jugaban chatos de vino para una vez cubierta la sangre con papeles de periódico, beber y disfrutar de los cantes del barítono Joaquín Villa.

Hoy, en La Leyenda del Gallo, algún domingo podremos asistir a una sesión vermú donde asistir a un mercadillo instalado en el local y aunque la música resulta elegante a estas horas, será difícil disociarla del reggaeton nocturno vivido en la madrugada.

Casa Manolo con Ángel Fernandez Cabal al frente y sus animadas tertulias de caza, micología y colombofilia pasaron a mejor vida en 1998 dando paso al Green, un bar de copas que por capacidad, ubicación pronto se convirtió en referente del ocio nocturno de la ciudad.

Con el inicio de las fiestas de San Mateo en Oviedo, hace casi dos años se inauguraba La Leyenda del Gallo, un proyecto que apostaba por un ocio más elevado que incluía la gastronomía y cocktelería tratando de eliminar la simple imagen de un lugar de copas.

Algo no ha cambiado con los años, sigue habiendo otro tipo de gallos pero también gallinas, si bien las peleas no están permitidas so pena de enfrentarse con los rigurosos «gorilas» que velan a la entrada por un ocio saludable.

La magnífica reforma efectuada con sus paredes de piedra vista, los suelos cerámicos con grecas, los elementos de forja que dividen los diferentes ambientes, sus techos altos y esas barras con estanterías infinitas surtidas con una colección de espirituosos intachable lo ha convertido en un imprescindible del ocio nocturno donde ver y ser visto.

Los pavoneos dan paso a los bailes de cortejo, mientras copa balón en mano disfrutamos de una buena selección de cocktails, nada más apropiado en un lugar con este nombre, ya que la traducción del ingles significa cola de gallo. La selección musical a partir de ciertas horas y si permanecemos más de la cuenta, se convierte en cansina, las listas de reproducción en bucle son cómodas para la hostelería y se echa en falta un poco de variedad y dirección musical, tanto Despacito puede que nos haga abandonar Rapidito.

Disponen de un reservado que he visitado en varias ocasiones, sin duda una opción excepcional cuando nos hemos reunido un grupo numeroso para alguna celebración especial. Ver los gallos desde la balaustrada del piso superior, con autoservicio, sin tener que lidiar con la «pelea» del abrevaje, hace la noche más relajada.

Precisamente, así es como acabamos en una despedida de soltero conjunta, donde además pude por primera vez degustar su gastronomía. Citados un sábado a las 9 de la noche, adentrarnos el local casi vacío nos permite darnos cuenta de las excelencias del recinto y disfrutar sosegadamente de una bebida que nos acompañan de unos finger de pollo con salsa de mostaza y miel.

Al ser unos cuantos optamos por un menú concertado de platos al centro para compartir compuesto por unas sabrosas gyozas; jamón ibérico con tumaca y tostas crujientes; langostinos crujientes con mayonesa de fruta de la pasión; unos deliciosos roll de salmón y anguila ahumada; pulpo, patata y zanahoria al kimchi; tacos de pitu con guacamole y pico de gallo y de postre una tarta de queso deconstruida.

En el tintero, para futuras ocasiones han quedado platos tan atractivos como el black pixin con caldo de berberechos o la excelente carne de txogitxu.

La formula gastro+drinks de La Leyenda del Gallo esperemos que siga funcionando durante mucho tiempo, la ciudad se merece conservar apuestas que en su día ya vivimos con el Salsipuedes y que realmente echábamos de menos.

Categorías: ASTURIAS, CENTRO, OVIEDO, RESTAURANTESEtiquetas: , , , , , , , , , , , , , , ,

2 comments

  1. uuf, este sitio lo tengo pendiente desde hace tiempo y es que me pasa algo irracional con el…los sigo en facebook y la comida me llama mucho. Pero luego no se por que…veo fotos que ponen y algo me echa para atras…es una tonteria irracional….lo se, la superaré e ire a probarlo.

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