La Botica – C/ Real, 13 Zahara de los Atunes – Cádiz Tlf: 956 439 183
Un año más y ya van cuatro seguidos, parte de mis vacaciones tienen un destino fijo, y ese no es otro que Zahara de los Atunes. Este pequeño pueblo de la costa gaditana tiene mucho ambiente, la mayoría de los turistas somos patrios y el bullicio es sosegado para aquellos que no renunciamos a salir pero que no buscamos romper la noche, para eso Conil es más apropiado.
Sin duda uno de los atractivos de Zahara dejando a parte su hermosa y extensa playa de más de 10kms, radica en su oferta gastronómica. Multitud de locales de restauración harán las delicias de aquellos que vivimos para comer y no comemos para vivir.
Desde una simple tasca a un restaurante elegante, pasando por una cervecería o una arrocería, la oferta durante un periodo vacacional tradicional nos sobrepasará y os quedareis con ganas de repetir y explorar nuevos lugares.
Mi idilio con Zahara de los Atunes empezó en julio de 2014, donde mi amiga Rosa Izaguirre hizo de maestra de ceremonias. ¿A que no sabéis cual fue mi primera parada?, mis primeras cañitas y tapitas fueron en La Botica. Que dura es la hemeroteca, verme con tan poco peso me impresiona.
Esta vez, en mi primer día de vacaciones volví a recalar en La Botica, un clásico en su versión de cervecería, aunque pegado han abierto otro local con una decoración más moderna enfocado a restaurante con elaboraciones más complejas.
Mi novia nunca había pisado tierras andaluzas y su rito de iniciación debía pasar por uno de esos locales con auténtico sabor andaluz. Comer en la calle, en uno de sus toneles viendo el gentío y la peculiar forma de reservas.
En La Botica para comer en la calle tienen un sistema muy práctico, la pizarra. Escribes tu nombre y Molina, el camarero, a grito pelado te avisa, no importa que te hayas ido hasta Atlanterra, la profunda voz del tenor se escucha alta y clara.
Tras un largo viaje, aún con hambre el cansancio era manifiesto y la comanda no fue excesiva para lo que yo estoy acostumbrado. Estaba claro que tras 900kms el atún rojo debía ser uno de los deseados imprescindibles, que complementamos con unos boquerones en vinagre un tanto peculiares en su acompañamiento de patatas, unos recomendados gambones fritos, puntillitas y cazón en adobo.
También por recomendación nos animamos con la facera (parte del atún) curada a la sal y conservada en aceite.
Finalizamos la parte de pescados con una sabrosa ventresca al horno, una elaboración a modo de escabeche caliente.
La carne tampoco podía faltar y aunque la de vaca retinta es muy famosa en la zona, nos inclinamos por un suculento lagarto ibérico acompañado de huevos y patatas fritas.
Entre las dos Botica tienen tanta variedad que si me apuráis, podríais visitarla todos los días de vacaciones sin repetir platos.
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