La Sobra del Manzano – C/ Gascona, 3 – Oviedo    Tlf: 984 194 197

La osadía e improvisación pasan factura, sólo a mi grupo de amigos se nos ocurre con poca antelación intentar ir a cenar un sábado 22 de diciembre y encontrar una mesa para 10 comensales. Afortunadamente dimos con La Sombra del Manzano, en plena calle Gascona pero a unas horas donde uno se vuelve irracional por la hambruna y el exceso de consumiciones previas para hacer tiempo hasta las 11:30.

No frecuento mucho la calle Gascona y la verdad, no conocía el lugar. Una vez que lo posicioné recuerdo que ahí estaba El Rincón de Gascona, un sitio donde los cachopos eran de buena factura.

El local ha cambiado mucho, tiene una decoración muy agradable y ya no conserva ese aspecto de chigre desaliñado. Los vecinos mandan, la mayoría de locales se han modernizado y aunque la esencia siga siendo la misma, una buena decoración atrae más aunque se haya perdido por el camino mucho de nuestra tradición. Que queréis que os diga, el suelo lleno de serrín me hace sentir nostalgia.

En plenas navidades y con un tiempo bastante benigno, Gascona estaba a reventar y aunque sea comprensivo, un grupo demasiado bullicioso y eufórico (por no decir, borrachos) no hizo de la cena demasiado cómoda, pero insisto, bastante que nos dieron de cenar, algo de agradecer.

La carta no es demasiado extensa pero si suficiente, mas que un restaurante es una sidrería donde también puedes comer, con platos que se pueden compartir fácilmente.

Cada cuerpo es diferente, yo cuando bebo me entran más ganas de comer (si es posible), pero alguno de mis amigos debió pensar a la hora de la comanda que tan tarde era mejor seguir bebiendo. Vosotros mismos juzgareis por las fotos pero siendo diez comensales, dos raciones de cada se me antojaron muy escasas y eximo de toda responsabilidad al restaurante, me hubiese gustado poder probar más cosas y haber cenado en condiciones.

En la barra tenían unos tomates estratosféricos y por supuesto una ensalada de tomate fue una de las elecciones.

Las croquetas sin ser de 10, la bechamel estaba un poco compacta, tenían mucho sabor a jamón y estaban crujientes.

Los fingers de pitu van marinados en soja, teriyaki, salsa Worcestershire y pimiento, quizás algo excesiva tanta mezcla. Se acompañan de una salsa de mostaza, tres hierbas y miel.

Los chipirones a la chapa con alioli estaban muy bien.

Finalizamos con el adobo de gochu de Grandas de Salime, que vuelven a marinar con salsa teriyaki y soja, un exceso redundante cuando el ingrediente principal de la salsa teriyaki es la soja. Quizas no sea el más adecuado para degustar una carne de buena calidad, funciona mejor con un pollo insípido.

Y hasta aquí puedo leer, la cena no dió más de si, por lo que tendré que regresar para completar la experiencia. El personal muy atento.

Editado 22/02/19

Con motivo de la celebración del cumpleaños de un amigo regresé a este local de la calle Gascona para intentar reconciliarme con la que en su día entendí poca comida, para la cantidad de comensales. Sin duda esta vez, la cosa estuvo más equilibrada y lo que vereis fue repartido entre seis.

Repetimos algunas cosas como la buena ensalada de tomate o las croquetas combinadas de jamon y cecina.

Dentro de los platos nuevos, una jugosa tortilla de bacalao y puerros y una versión roll de un cachopo que no entusiasmó.

En el tintero se me quedaron unos callos de los que no hice foto y aunque tenían buen sabor no eran lo esperado, la salsa apenas estaba ligada y parecían flotar.

Por último los ya conocidos tacos de adobo.

De postre un arroz con leche demasiado azucarado y una excelente torrija.

Esta vez en el local se respiraba mucha más calma y fuimos igual de bien atendidos por un entregado Eloy, que sin duda es de lo mejor de este chigre. La comida se mantiene demasiado a la sombra de este manzano.