La Fresquita de Perea – C/ Alcaraban, 8A – Zahara de los Atunes    Tlf: 637 366 659

Si no me fallan las cuentas ya son cinco años desde que La Fresquita se hiciera un hueco dentro de la gran oferta gastronómica que podéis encontrar en Zahara de los Atunes. Se nota el éxito, siempre está hasta la bandera y como podéis observar en las distintas fotos, han hecho reformas de calidad que sustituyen los antiguos toneles por una terraza cubierta, a la vez que se han extendido con mesas altas por el lateral de la calle y su interior toma más empaque.

Todo lo que hemos ido probando en estos años es espectacular y son muy honestos con la clientela, aún teniendo coquinas si ven que salen con mucha arena las eliminan de la carta. Al igual que en el pasado verano del 2022 hicimos un par de visitas, este 2023 hemos repetido jugada doble pero coincidiendo con la segunda quincena de agosto, lo mejor es dejar hecha con antelación vuestra reserva tal y como nos advirtieron unos amigos.

Hay clásicos que siempre repetimos, el Tá Cojonudo, la tosta Picantona, la barriga de atún del Tá Flambeao o las gambas cristal con huevos y pimientos. La Mini hamburguesa de atún, ensaladilla de pulpo, tortillitas, cazón…..y algo de cerdo ibérico como la Pluma fuera de carta de este año suelen conformar nuestras comandas.

 

———————- 2019—————————

Supongo estáis familiarizados con aquella leyenda urbana de los restaurantes de carretera, allá donde veáis varios camiones aparcados es que se come bien.

Pues algo parecido me ha pasado con este restaurante de Zahara, lleva abierto dos años y si el año pasado no me había cuadrado, en este, viendo la cantidad de gente que congrega a su alrededor, no podía dejármelo en el tintero.

En una primera tentativa en horarios habituales de cena, me fue imposible, no seria yo el que esperara diez mesas por delante habiendo tanta oferta gastronómica en todo el pueblo.

La mejor estrategia es convertirse en guiri y en vez de tomarnos algo en otro local, a eso de las 20:30 cuando aun queda gente en la playa esperando a ver la puesta de sol, resulta mas fácil conseguir una mesa en su terraza.

El local es bastante pequeño, en su interior no hay muchas mesas porque lo realmente atractivo es comer en la calle, ser participe del bullicio estival. Son todo mesas altas con taburetes que no invitan a largas sobremesas, quizás por ello tienen rotaciones de tres o incluso cuatro servicios.

La carta resulta variada y el servicio a pesar del constante overbooking es bastante efectivo, apenas hay tiempos de espera y esa agilidad es sin duda una de las claves del éxito de este negocio.

Vaya por delante que tras el acierto de la primera visita, había muchas cosas en la carta que requirieron una segunda visita.

Empecemos por la ensaladilla de pulpo, una versión que sin duda merece la pena y que no tardaré en replicar. El pulpo estaba templado y hacía un contraste de temperaturas con la propia ensaladilla, lo intercalan y rematan con un poco de aceite con pimentón.

Nos sorprendió que en la carta hubiese coquinas y sin dudarlo nos animamos con las que yo llamo pipas del mar, son un vicio y se pueden comer por toneladas, con ese ajito y toque de vino oloroso.

Andalucía y sus frituras. Unas puntillitas siempre son garantía de sabor y ese rebozado liviano sin exceso de grasas hace de estos mini chipirones un éxito garantizado.

Seguimos con las frituras y no podrás decir que has estado en Cadiz si no has probado unas tortillitas de camarones. Estas son de muy buena factura.

Hay muchas versiones de huevos rotos, desde las clásicas con jamón y patatas hasta las mas elitistas que utilizan langosta. Aquí podéis encontrar las deliciosas gambas cristal que mezcladas con el huevo, son un manjar. Por poner un pero, los huevos tenían un punto mas y se hubiese agradecido que la yema estuviese más líquida.

Turno de las mini hamburguesas, por probar pedimos la de buey y la de atun. Ambas estaban muy buenas pero llevaban la misma salsa y complementos, yo trataría de diferenciarlas más entre sí.

Obviamente algo de atún rojo salvaje de almadraba no puede faltar si estáis en la zona. Esta vez elegimos los dados de atún marinado con algas wakame, que completan con el habitual wasabi y jengibre encurtido y en este caso con un polvo de kikos y filamentos de chile.

Para finalizar elegimos una de pescado y otra de carne. Ventresca a la plancha que acompañan con una ensalada de arroz basmati muy rica.

Para la carne, si no elegís algo de vaca retinta, una opción segura es optar por alguno de los cortes del cerdo ibérico, en este caso el secreto que venia acompañado de patatas.

Aunque penséis que le he dado un buen repaso a La Fresquita de Perea, aún quedan muchas cosas que probar, pero lo dejaremos para el año que viene.