La Marimorena – C/ Jovellanos, 6 – Oviedo   Tlf: 985 203 606

Los inicios de este restaurante comenzaron como La Mar y Morena, una visión de taberna andaluza de la que aún queda el recuerdo en parte de su decoración azulejada en tonos blancos y azules. Su oferta gastronómica nos transportaba al Mediterráneo o incluso a las aguas atlánticas portuguesas con sus cataplanas, con su ambiente distendido nos dejaba la esencia de estas tapitas con su caña para un picoteo informal o si buscábamos algo más formal, por qué no una paella.

No es que a los de aquí no nos guste lo andaluz, La Taberna Zíngara se basa en esta cocina sureña y funciona a las mil maravillas, pero estar a escasos metros de la calle Gascona marca mucho la tendencia y ahora se han convertido en una tasca asturiana donde podemos disfrutar de la sidra Viuda de Angelón.

El local con su altura parece enorme y la zona de barra y entrada cuenta con gran protagonismo hasta llegar al fondo donde escaleras arriba y abajo nos ofrecen dos comedores, el inferior con su propia barra. La decoración me resulta muy atractiva, desde los grandes cencerros colgando en la entrada, la cristalera con todas esas sartenes o los numerosos mosaicos de azulejo rememorando las antiguas conserveras asturianas.

Corregir el camino y enfoque de negocio seguro causó algún quebradero de cabeza pero resulta admirable la valentía en reconocer errores y canalizarlos en la dirección correcta. Sea como fuere, resultar ganadores dos años consecutivos del concurso de cachopos no es fruto de casualidades, muestra interés por hacer las cosas bien y en un restaurante primar el buen producto tiene su recompensa.

Pescados de lonja y carnes de ternera asturiana IGP junto a quesos de leche cruda buscan una clara identidad y compromiso con la asturianía, es una zona donde nos visitan muchos turistas y hemos de dar lo mejor de nosotros mismos.

Ya han pasado once años desde que organizamos la porra de la Formula 1 y ayer celebramos la entrega de premios. Aunque seamos amigos desde los cuatro años, somos todos unas comadrejas a la hora del juego y el honor de ver tu nombre inscrito en una placa se equipara a la nueva victoria de Lewis Hamilton. Todo el año flirteando con la cuchara de madera pero en el último gran premio salvé el culo y palmar una considerable cantidad de pasta, podríais alucinar con nuestras reglas y estatutos.

A lo que vamos, esta vez no armamos la marimorena, fuimos muy comedidos, será la cercanía con los 50 que nos caen el próximo año. Esto fue trasladable a la comanda, ya me veo en unos años cenando tortilla francesa y un yogur y en la ronda de copas todos con una menta poleo.

Calamares y pulpo con parmentier de patata fueron los entrantes. Buenas raciones, el tamaño del pulpo muy interesante aunque el punto me pareció mas asturiano que gallego.

El cachopo tiene un buen tamaño, muy crocante, carne fina de ternera asturiana de los valles, jamón de bodega y abundancia de queso Vidiago, se come muy fácil y estaba muy sabroso, vamos que me lo comería yo solo sin despeinarme.

El entrecot es de ternera ecológica de la ganaderia Bioastur, estaba muy tierno y con el punto adecuado. Al igual que el cachopo acompañan con unas setas de cultivo y unas patatas gajo.