Sopa Fría de Pepino



Hace mucho que no escribo un artículo y ya lo echaba de menos. Este espacio donde doy rienda suelta a todas las tonterías que se me ocurren, resulta terapéutico y necesario para recopilar ciertos pensamientos y circunstancias personales. En alguna ocasión he dicho que lo comparo con un cuaderno de bitácora y a veces me gusta releer artículos antiguos para recordar qué rondaba mi cabeza.

Esta ausencia tiene una mezcla de hartazgo, cansancio mental y necesidad física. Por un lado voy camino del 10º Aniversario de Fuego de Mortero, es mucho tiempo y dedicación de la que a veces tengo la sensación, resulta infructuosa en relación a los resultados que me gustaría obtener. Ya no se si un blog tiene sentido, ahora todo se trata de la inmediatez, la tiranía de unos reels o tiktoks que aporten toda la información en 90 segundos. Sinceramente, me parece una mierda de gran pobreza intelectual, efímera y a mi modo de ver desquiciante. Ojo!!!, no critico a los que hacen este contenido, yo mismo me he dejado llevar en ocasiones, pongo en solfa una forma de simplificar una receta como si fuera un Kleenex, es lo que fomenta y representan los likes de las redes sociales.

Afortunadamente tengo la cabeza amueblada y soy muy analítico, por ello me entristece mucho ver el camino y los valores que se les vende a nuestros menores. Hoy precisamente leía unas declaraciones de García Albiol, alcalde de Badalona, donde a colación de las numerosas violaciones grupales, pedía un endurecimiento de la penas para los menores de edad, porque hoy en día la inocencia y comportamiento que se les suponía cuando se crearon las leyes, ya está obsoleta. Se que a muchos os dará igual y mis reflexiones resultaran viejunas, incluso alguno diría que son fachas e intolerantes, pero es lo que siente alguien nacido en 1970 y que a sus 12 años jugaba a las canicas y como mucho había visto las tetas de Mari Trini en el Interviu.

Por lo que respecta a la necesidad física, después de año y medio limpio de tabaco y algún que otro intento por adelgazar, me he puesto en manos de una profesional para hacerlo con seriedad. Estar todo el día cocinando y de saraos gastronómicos me había puesto en la desagradable e insana cifra de 109kgs, he tenido que salirme de mis rutinas y abandonar temporalmente el mundillo del papeo. No paso hambre, pero no como lo que me gustaría y los platos que componen mi dieta no son tan atractivos como la comida que me gusta hacer.

No obstante, siempre intento aportar mi toque personal pero poco interés para vosotros puede tener una cena de una macedonia de frutas o una comida de pechuga a la plancha y ensalada verde. El esfuerzo está mereciendo la pena, en dos meses ya he bajado 10kgs y hasta mis vacaciones dentro de otros dos meses espero bajar otro tanto. Estoy entusiasmado con la idea de hacerme la perianal y lucir tanga por la playa de Zahara de los Atunes (no vomitéis aún, esperad a la receta, obviamente era broma).

Después de esta perorata (se nota que echaba de menos escribir) os hablaré de esta sopa fría. Además de su sencillez, ahora que comienza el verano, me ha parecido buena idea aportar esta sopa para alternar con otras elaboraciones más clásicas como el gazpacho y ajoblanco. Hay una liga anti pepino muy nutrida, pero otros tantos, adoramos este producto por su sabor y sus enormes cualidades nutricionales.

Aunque se trata de una receta muy ligera incluso podemos hacerla más light utilizando un yogur 0,0 M.G.; también podemos hacer una versión potenciada usando 1 pepino, 1 yogur desnatado, 1 vaso de caldo vegetal, 1 diente de ajo, 1 cda. de vinagre de manzana, pimienta blanca y 2 hojas de menta fresca.

Poco más tengo que añadir, es una receta exprés, con ingredientes muy simples y la mayor parte de la elaboración corresponde al tiempo que deberéis tenerla refrigerada, cuanto más fría mejor. Las medidas son para 1,5 litros aproximadamente, depende del tamaño de los pepinos y cebolla.

Ingredientes:

2 pepinos, 1 cebolla, 2 yogures griegos, zumo de 1 limón, un ramillete de cilantro o eneldo (va en gustos), 2 vasos de agua (500ml), sal, pimienta recién molida y AOVE

Lo primero que haremos es pelar el pepino, es importante que dependiendo de la altura de temporada, si en el interior encontramos unas pepitas grandes deberemos retirarlas, cortaremos a groso modo al igual que la cebolla que también habremos pelado.

Comenzamos poniendo en el vaso batidor el contenido de los yogures, las hojas del cilantro (desechamos los tallos), el pepino y cebolla, el agua bien fría, el zumo del limón, sal y pimienta recién molida al gusto. Turbinamos durante 5 minutos, es muy importante dejar que las maquinas hagan su trabajo para conseguir una buena textura. Para una finura extrema pasamos por una estameña (no es necesario) y dejamos refrigerar durante un par de horas.

Transcurrido el tiempo agitamos o volvemos a turbinar 30 segundos, con el reposo el agua tiene al fondo y la pulpa junto al yogur se eleva. Servimos en un cuenco, decoramos con un par de vueltas del molinillo de pimienta, rallamos piel de limón y finalizamos con unas gotas de AOVE que distribuimos aleatoriamente y en diferentes tamaños para dar sabor y gracia al plato.

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1 comentario

  1. Jajjajajaa me encanta leerte de nuevo!!! Yo quiero verte este año en Zahara de los Atunes en tanga! Jajajjajaa qué espectáculo señor tan prodigioso.
    Ánimo con la dieta! Con el ejercicio y con la comida sana! Hay que hacer un ten con ten Juan! Para que todo esté en equilibrio. Un gran abrazo amigo

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    • Si Bea, intento completar poco a poco con el deporte, aunque sea light.
      A medida que bajo más ligero me encuentro y volverte a poner ropa que hacía tiempo que no entraba es estimulante.
      El tanga ni de coña, ni turbete, er niño del paquetillo pa la plaza de toros.

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