Este viernes 20 de marzo celebrábamos un día especial. Sin que fuese premeditado coincidió una de nuestras cenas mensuales con el cumpleaños de dos de los integrantes. Empezaba la cena siendo el de Vicente y a los postres entrando ya en el sábado, lo hacía Mariana.
El slogan de este producto es bien conocido y viene como anillo al dedo: Lubrica, cierto es que el vino y las copas corrieron en su manera habitual; Limpia, obviamente con 13 comensales la tarea de limpieza es bastante tediosa; Protege Contra El Óxido, viendo la pila de años que ya arrastran los cumpleañeros y lo bien que se conservan, parece que vamos a tener que seguir dándonos a los placeres gastro etílicos.
Este mes de marzo les había tocado a Marta y Jaime y todos estábamos temblando, se acordarían de la fecha?. Hasta última hora no supimos el lugar del evento e incluso a las 4 de la tarde aún andaban gestionando unos caballetes para dar cabida a tanto energúmeno.
Para los asiduos lectores recordareis que fueron los organizadores de la Cena Mariachi Piñeril, todo un dechado de arte con el cátering. Esta vez hicimos apuestas, repetiríamos mejicano?, ¿sería una cena italiana o japonesa?.
Una vez instalados, mientras tomábamos unos vinos previos, nos despistaron con unos canapés a base de sobrasada y rulo de salmón. Nos sentamos a la mesa y todos estabamos esperando que sonara el timbre, creíamos oir el rugir del scooter del repartidor.
Se abre la puerta de la cocina y empiezan a llegar platos de anchoas de Santoña, jamón ibérico, cecina de León, quesos asturianos y un milhojas de micuit. Parecía que se impondría el eclecticismo, nada que objetar, estábamos preparados para ello.
El repartidor seguía sin aparecer y nos vino a la mente la truculenta historia de cuando vivían en la calle Goya. Un día hicieron un pedido a domicilio a un chino, pasaba más de hora y media y llamaron indignados reclamando su encargo, resulta que había hecho el pedido a un chino de Gijón.
Continuamos con un salpicón de marisco, y el pizzero sin aparecer.
Llega el plato principal, roast beef acompañado de unas patatas asadas rellenas de su puré, unos pimientos desmigados caramelizados, una ensalada de lechuga y las salsas de sus jugos y otra de ciruelas.
Por este entonces ya habíamos descubierto la temática, catering casero. Habían tirado de madre, suegra e incluso amigas de estas, vamos unos auténticos cracks de la gestión del tiempo de los demás porque el dios Cronos los ha dado por perdidos.
A los postres seguimos marcando tendencia y soy incapaz de recordar si fue Eli, Cuqui, Chuchi, Monchi, Ponchi o Chonchi las autoras de este tocinillo y crema de limón. Tengo constancia de que Jaime, un loco del chocolate, elaboró con sus propias manos el postre de las fresas y Marta colocó con mimo todas las chuches.
Ya con las copas corriendo, se apago la luz y los cumpleañeros pudieron soplar las velas de su tarta de turrón.
Felicidades, amigos!



















Me parto, son totales, lo mejor de lo mejor, para que estresarte….que conste que Estos dos tienen un futuro politico total!
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Jajaja, son muy peculiares y los queremos tanto que los demás asumimos las cosas extrañas con la mayor normalidad.
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