
Hay veces que los títulos de una receta me presentan cierta dificultad, ¿es realmente un revuelto o una tortilla de Betanzos con tropezones?. Quizás al llevar patata y por el punto de cuajado del huevo sea la segunda pero como no le he dado forma ni estoy seguro de que sea ortodoxo añadir más ingredientes, me he inclinado por el primero.
Cocina de reciclaje de un productivo lunes festivo en el que prácticamente no salí de la cocina. Tres platos, entre los que repetía la sopa Mitakisu, cada vez que la preparo me reafirmo más en que mi plato inventado es un recetón.

Abundancia de ingredientes sobrantes, huevos, patata, a ver quien es el guapo al que no le apetece cenar un revuelto marinero de este pelaje.
Tampoco es una receta con la que hayamos descubierto la pólvora ni finalizado un puzzle de 5000 piezas, más bien todo lo contrario, he montado sorpresas de Huevo Kinder con mucha más dificultad.
Ingredientes:

Langostinos, mejillones, oricios, 1 patata, 5 huevos, 1/2 cebolla, 2 dientes de ajo, aceite de oliva virgen extra y sal.
Pelar, lavar, cortar la patata en pequeños cubos, salar y freír en abundante aceite. Pelar y cortar en fina brunoise el ajo y cebolla, pochar hasta que quede un dorada.

Añadir los langostinos y mejillones, saltear bien, incorporar los oricios que apenas han de hacerse, con cuatro meneos de sartén ya incorporamos la patata.

Subimos el fuego al máximo para que la sartén coja calor y volcamos los huevos batidos con un poco de sal, removemos 10 segundos y retiramos del fuego, seguimos removiendo distribuir el huevo y que siga cuajando sin que se seque.

Servir y tener calma, está tan bueno que puede desaparecer en segundos.


Cuando queda así de apetitoso lo de menos es el nombre.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Cierto pero no podía dejar a un infiel, había que bautizarlo jajaja
Me gustaMe gusta