Bar La Central – C/ La Nogarela, s/n – Nueva de Llanes Tlf: 985 410 434 – 685 609 067
Durante una escapada de fin de semana a casa de unos buenos amigos en Piñeres, uno de los planes habituales es ir a tomar el vermú a Nueva de LLanes, el sábado podréis disfrutar de su mercado donde abasteceros de buenos productos caseros. Resulta casi imposible marcharse de allí sin un buen queso o algún embutido.
Cuando se está en buena compañía las horas pasan volando y como quien no quiere la cosa, entre cañas y aceitunas se nos echó el tiempo encima y ya era algo tarde para desplazarnos a ningún lado a comer. Decidimos quedarnos en La Central, un bar en el centro de Nueva que ya conocía pero en el que nunca había coincido quedar a comer.
Acompañados de seis niños se trata de un sitio ideal, su carta no presenta florituras pero si buen producto y un abanico de posibilidades para hacer un picoteo consistente. Tienen unos bocadillos XXl y unos menús especiales para niños que solventaron ampliamente la papeleta de coincidir en los gustos de todos.
Por otro lado los adultos con un ojo pendiente en los enanos elaboramos nuestros particular menú. Cuando llega el primer plato y me pongo con las habituales fotos me comenta una amiga «¿a esto también le haces fotos?».
No se que imagen tendréis de mi blog, pero en él intento dar cabida a todo tipo de restaurantes, bares, chigres, merenderos..etc. Simplemente reflejo aquellos sitios a los que voy, y unas veces serán de mantel de hilo y otras sin mantel. Hay ocasiones para todo y para todos y creerme cuando os digo que disfruto por igual en todos ellos si la comida es buena.
Aunque no suelo hacerlo aquí os dejo la carta, aún se encuentran lugares donde comer opíparamente a unos precios muy aquilatados sin perder un ápice de calidad o cantidad.
Empezamos con una ensalada mixta, a priori algo sencillo pero que en algunos sitios parece que la tiran. Tomarse la molestia de distribuir los ingredientes con cierta simetría y decoración, siempre es de agradecer.
Seguimos con una croquetas mixtas. Las de jamón no entusiasman pero las de Cabrales con una potencia buena de sabor se llevaron la palma.
El plato variado de tortos: adobo, jamón, queso y salsa es muy completo. El torto tenía el punto que me gusta, crujiente por fuera pero masa en su interior. Se que los suflados tienen sus adeptos pero estos si no pecan de un grosor excesivo a mi me gustan más.
El capricho del nene fue pedir el borono, una especie de morcilla típica de la zona de la que ya os hable en otras ocasiones.
Para terminar unos cachopines de setas acompañados de unas patatas fritas caseras. Por su rebozo crujiente y su relleno fué el colofón perfecto a esta comida tardía.
La zona esta plagada de playas preciosas como la de Cuevas del Mar, a 2 kilómetros, así que apuntad en vuestras agendas este sitio para abasteceros con unos bocatas o escaparos del sol «achicharrante» y tomar el vermú.
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