Lo Nuestro – C/ 19 de Julio, 6  –  Oviedo      Tlf: 985 755 175

Hoy os traigo una muy agradable sorpresa en el epicentro de Oviedo, junto al edificio emblemático de la Jirafa y a un paso de la estatua de Woody Allen y el Campo de San Francisco podemos encontrar esta taberna gastronómica, que a pesar de ser nueva desde el comienzo del año, atesora muchos años de experiencia.

Quien no haya oído hablar del Tizón, de su tortilla, su bacalao o sus carnes, poco sabe de nuestra ciudad y de su gastronomía. Con la remodelación del edificio donde están ubicados, junto a la Iglesia de Las Salesas, parecía que debían abandonar el local que tantas alegrías nos había dado y la rumurología nos anunciaba la nueva apertura en el local del antiguo Yuppi.

Por suerte no han tenido que desplazarse y en su lugar contamos con un nuevo espacio con los mismos estándares de calidad en el que han derrochado dosis de buen gusto con una decoración que me entusiasma.

Quizás lo que más me desagrada comienza por el exterior, si bien es un lujo poder contar con una terraza, el mobiliario patrocinado por Amstel aunque discreto, no me casa con la inversión realizada pero entiendo que si las grandes marcas te sufragan un gasto sería algo absurdo no aprovecharlo.

Una pre entrada donde poder fumar atechados en los días lluviosos, mientras nos tomamos el aperitivo o el café, cada día se convierte para los viciosos como yo en un espacio al que le damos gran valor.

Suelos cerámicos con imitación a parquet y unos motivos geométricos y florales le dan un toque de distinción a un local en el que la iluminación está muy cuidada. Una larga barra a la derecha con una parrilla y mesas informales con banco corrido y sillas a la izquierda. Al fondo un comedor muy luminoso donde destacan unas bonitas y cómodas sillas, todo ello combinando blancos y grises. El el piso inferior tenemos otro comedor donde poder hacer celebraciones con mucha intimidad.

En menos de un mes lo he visitado dos veces para poder ofreceros un artículo con una razonable variedad de platos que espero no os dejen indiferentes.

Mientras esperamos en la barra tomando una de mis cervezas de trigo favoritas, nos ofrecen unos pinchos, que en el caso de este chorizo y cecina de buey eran magníficos.

Si sois de los que os gusta la sidra, estáis de enhorabuena, la Trabanco Selección esta muy buena y cuentan con unos escanciadores que a la fecha son los mejores que he visto, vaya manera de escanciar, salen los culinos perfectos, bien espalmados.

Suelen servirnos un aperitivo en forma de espuma, la primera vez de atún y la segunda no recuerdo bien.

 

Como entrantes esta ensalada César con su pollo crujiente, parmesano y croutons regado con su salsa especial.

El tartar de salmón, tomate cassé y sorbete de tzatziki esta muy bueno pero tal y como les comentamos, si lo contemplamos como una ensalada. Utilizan salmón ahumado y sería más adecuado el salmón fresco para un tartar, el ahumado nos crea como una barrera en la integración de sabores.

Los tortos de maíz con pollo y mole me parecieron deliciosos, sin duda una gran combinación para un torto saliéndonos del tradicional picadillo, morcilla, huevo y jamón.

Otro de los entrantes que pedimos gracias a que el camarero nos lo vendió muy bien, fue la coca de berenjena asada, hongos al provolone, foie y reducción de cerveza negra. La verdad que la combinación de sabores estaba muy bien.

Las dos veces que fui nos inclinamos por la carne aunque os puedo asegurar sin probarlo que si elegís el bacalao os encantará ya que es una de las especialidades del Tizón. El costillar de gochu de Tineo asado con salsa BBQ estaba perfecto, su carne tierna se desprendía con facilidad.

Por último la chuleta de añojo «Trasacar selección». Rondando el kilo y con el punto clavado fue una delicia disfrutar de esta carne que además de un poco de sal en escamas y unas buenas patatas fritas nada necesita, bueno si, un poco de hambre y el colmillo afilado.

Para rematar, el bizcocho cremoso de chocolate y avellanas con helado de naranja nos sorprendió por esa cremosidad anunciada pues parecía un híbrido entre un brownie y un coulant.

Con los cafés podemos salir a la terraza a fumar un cigarro acompañado de un chupito cortesía de la casa y después regresar para redondear con un gin tonic del amplio abanico que ofrecen.

Ha sido un gran descubrimiento, parece un oasis en medio del desierto ya que en esta zona escasean los restaurantes, pero me parece una opción muy acertada si no queremos alejarnos del centro aunque en Oviedo todo esté a mano.