La Aldea – Aldea los Escalones, 21 – Oviedo Tlf: 985 780 347
Existe una regla de oro que se transmite de padres a hijos, fuente del saber popular y que pocas veces falla. Allá donde veas mucho camión y coches, seguro que se come bien.
Autopistas y autovías nos resultan muy cómodas, pero se ha perdido aquella espontaneidad del viajero que paraba en este tipo de locales. Muchos se han visto avocados al cierre, y los que permanecen abiertos, son gracias a una fama muy trabajada del boca a boca.
Hoy os llevo de visita a La Aldea, un mesón-parrilla a las afueras de Oviedo, en el entorno de Santa Marina de Piedramuelle. Aunque la nueva propiedad de este local creo que lleva un par de años, se encuentra en un tramo de carretera que en su día frecuentaba todos los días cuando vivía en Santa Marina.
Al crearse las nuevas rotondas, este corto tramo de carretera se ha quedado en dirección única, la que enlaza desde la rotonda al enganche con la autovía. No tiene pérdida si venís desde Las Caldas-Trubia por la antigua carretera y queréis acceder a la autovía.
Una reunión familiar guiada por el comando de San Claudio, fue el encargado de fijar lugar y reservar. El principal reclamo fue el encargo de cochinillo asado y lechazo al horno aunque como veréis, su carta es amplia, con calidad, abundancia y buenos precios, vamos las 3B’s que todos buscamos «Bueno, Bonito y Barato» quitando la del medio.
Bonito no es, no tiene ningún encanto decorativo ni de ubicación pero para eso después nos bajamos a Las Caldas y todo arreglado. La visita fue nocturna, pero pude comprobar que tenían una terraza que como le de bien el sol, me van a tener que sacar con espátula.
En su toldo de entrada tiene rotulada la especialidad en callos y caracoles, me quedé con ganas de probar los segundos. Se que muchos estaréis poniendo cara de asco, pero unos buenos caracoles son como unas buenas ancas de rana, un manjar del que no debemos cometer el gran error de asociarlos con el bicho vivo, acabaríamos todos veganos.
Comenzamos con unas correctas tablas de embutido para seguir con una tremenda parrillada de verduras y un revuelto de setas y langostinos donde cada cosa por separado sabía a lo que tenía que saber, juntos pero no revueltos.
Los callos me gustaron mucho, el punto de picante me pareció perfecto, es decir, algo pasado para quisquillosos, pero un niño de 8 años no dijo ni mú, así que tampoco debía ser para tanto.
Los famosos platos de aldea, abuela…etc, contundencia a la vieja usanza.
Cachopo considerable, con sus patatas y ensalada.
Las paletillas de lechazo con su ensalada y el divino cochinillo, con una piel perfecta, crujiente como galleta. Muy sabroso y tierno, se acompaña de patatas y un cuenco con sus jugos para salsear las partes más secas o jugar con el pan y las patatas.
El balance general de La Aldea ha sido muy positivo, es de esos restaurantes que como más se disfrutan es en compañía numerosa, para poder comer variado sin dejarte el sueldo de una semana.
Editado 22/12/2017
Las navidades son una época dura para cualquier estomago, las continuas reuniones de amigos, familiares y hasta conocidos, copan casi todos los días de la semana.
En uno de esos días nos volvimos a acercar hasta La Aldea para repetir alguno de los platos que nos habían entusiasmado y probar otros. Como veis en las fotos, aquí no se andan con chiquitas, todo es muy abundante y de buena calidad.
Editado 15/12/2018
Casi un año después volvemos a repetir en La Aldea, parece que el cuerpo es sabio y a mal tiempo busca lugares de comida contundente.
Hemos repetido platos como la parrillada de verduras y los callos, e incluido cosas nuevas como el picadillo y una variedad de cachopos, el normal, el de cecina y queso de cabra, pero el que destacaría es el de chosco y queso Afuega’l Pitu roxu.
Editado 01/03/19
Parece que tras las navidades el cuerpo se ha ido ajustando a la normalidad y para empezar mes vuelve a pedir algo de contundencia. En esta nueva visita a La Aldea he podido registrar nuevos platos muy interesantes, pero sobre todo, he degustado unos caracoles que tienen muy buen cartel y que confirmo, son excelentes.
Por otro lado a los clásicos parrillada de verduras y cachopos, hemos repetido con el magnífico de chosco y Afuega’l Pitu Roxu, le debemos añadir un pollo al ajillo muy bueno, una sarten de adobo y otra del clásico plato de la abuela, para rematar con un rabo de toro de vuelta al ruedo.
Por si os estabais preguntando, si, también hacen fabada y está muy rica. En una última visita me decidí por el menú del día y entre las opciones de primer plato estaba esta espectacular fabada.
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