Kômiwa – C/ Gloria Fuertes, 53 – Oviedo Tlf: 668 629 511
Sabíais que en Oviedo se ha ido conformando poco a poco un Little Japan, vale ya se que estoy exagerando pero con la nueva apertura de Kômiwa confuyen en la misma zona de Valentín Masip tres restaurantes japoneses.
¿Os acordáis del primer local del Kaisen Sushi Bar?, si, aquel chiquitín antes de que se trasladaran al nuevo local de la calle Real Oviedo. Pues resulta que este nuevo japo ocupa su lugar y me trae muchos recuerdos de este ambiente tan intimista tan acorde con la filosofía nipona.
El otro restaurante es Umami donde Beatriz y Daniel en su tepanyaki siguen la misma línea de menús degustación para un máximo de diez comensales, un lugar muy atractivo en la zona de la Plaza Miñor donde varían los menús con mucha frecuencia.
Descubrí la nueva apertura durante una de mis compras en la tienda Granel de Valentín Masip, allí tenían sus tarjetas y rápidamente me interesé por el. Al hacer una comida de mercado las reservas son imprescindibles y deberéis llamar al menos con un día de antelación, tener en cuenta que sólo tienen capacidad para doce comensales y la mesa más grande es para cuatro así que olvidaros de grandes comidas grupales, además de solo estar abierto viernes, sábado y domingo.
El nombre de Kômiwa está compuesto por 3 kanjis Kô (Felicidad) Mi (Belleza) Wa (2 significados Armonía y Japón). Estos 3 kanjis resumen la filosofía de este restaurante: que las personas se sientan felices degustando la comida japonesa y, a la vez, compartir mi pasión por la gastronomía y el respeto por la cultura de mi país.
Esta es la declaración de intenciones de Taka, un joven de Tokio que tras haber trabajado en varios restaurantes de sushi en Tokio y en otros lugares, junto con su pareja de Cangas de Narcea, Judith emprenden este ilusionante proyecto que incluso les vincula a su propio huerto.
Del local no puedo comentar demasiadas cosas, es muy pequeño y quizás necesite algo de decoración para dar un poco más de colorido. Respecto a como lo conocí siendo el Kaisen, han eliminado toda la zona de barra dejando simplemente unos asientos, queda más limpio y todo el proceso de cocinado se hace en una minúscula cocina.
Para beber dimos cuenta de todas las variedades de cerveza japonesa disponible, a saber: Asahi, Sapporo y Kirin.
Comenzamos el menú degustación con una abundante ración de mejillones al sake, muy aromáticos y con buen tamaño.
Seguimos con una sopa, lo típico sería servir una sopa miso pero en este caso se han desmarcado con una sabrosa hecha con el ichiban (primero) dashi que os recuerdo es una cocción de alga kombu y katsuobushi. Lo adereza con una rallazura de yuzu, unas increíbles albóndigas de langostino y unas zanahorias torneadas en forma de flor.
La siguiente degustación viene en un largero donde sirven una kabocha (calabaza japonesa) preparada en un dashi de shiitake y acompañada de las propias setas shiitake y un poco de jengibre rallado.
Una ensalada con pulpo, pepino y alga wakame aliñada con un vinagre de arroz y un cuenco con bimi aderezado con una salsa gomadare (dashi y pasta de sésamo tostado) forman esta trilogía.
Llega el turno de los yakitori (pinchitos) de pollo y calçots con una salsa teriyaki. El pollo tiene un punto espectacular.
Rematamos la parte salada con la degustación de sushi, cinco piezas de nigiris donde comenzando de izquierda a derecha tenemos: sargo, arigote, dorada, atún rojo y salmón, todo ello acompañado de un cuenco con salsa de soja y el jengibre encurtido. Me sorprendió que no acompañaran con un poco de wasabi.
Llegamos a la parte dulce si es que se puede hablar en este sentido cuando hablamos de la gastronomía japonesa. Su concepto de lo dulce difiere mucho del nuestro y los mochis supongo que los adoras o los odias, al igual que las legumbres azuki, una habas rojas que suelen combinar en los postres. Consciente de lo duros que se pueden hacer estos postres, acompañan con una fresa y un te verde que con su amargor nos ayuda a limpiar y entender los contrastes.
Les deseo mucha suerte y que en un futuro sigan los paso del Kaisen y se les quede pequeño el local. Esperemos que sean valientes y nos sigan ofreciendo menús diferentes, cuanto más japo mejor, gusten o no, será una forma de conocer más de su gastronomía.
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