Puente Dobra – Crta. Pontón – Río Dobra – Cangas de Onis   Tlf: 985 848 342 – 606 424 254

El artículo de hoy además de contaros lo bien que se come en el restaurante Puente Dobra, se convierte en una pequeña oda a la magnificencia paisajística de Asturias y todo lo que ofrece al turista tanto interno como externo. Os prometo que es una excepción porque como amplíe el blog a experiencias turísticas, no me llega la vida para más.

La reciente visita a Puente Dobra se enmarca dentro de la ruta automovilística que hice con el grupo de Forks and Bangs, unos locos del motor que saben como organizar todo de la mejor manera. Estaba prevista a mediados de marzo, pero con el confinamiento llamando a la puerta entendieron que era mejor aplazarla pues a sus reuniones acuden coches de otras comunidades.

Con punto de reunión en el Parador de Cangas de Onis afrontamos una jornada de 160kms distribuidos en tres etapas que nos llevaron hasta el Alto del Pontón y Puerto de Pandetrave, entrando en nuestra comunidad vecina de León. Increíbles vistas en el Desfiladero de Los Beyos, del Embalse de Riaño, varias paradas incluyendo Posada de Valdeón, y sobre todo infinidad de curvas entre escarpadas gargantas que a velocidades moderadas nos permitieron disfrutar de nuestros coches en parajes idílicos.

Por supuesto los amantes de las cuatro ruedas convivimos con los de las dos ruedas, ya sean a motor o pedaleando, nos encontramos con mucho entusiasta. Tambien había mucho pescador y amantes de las largas caminatas, sin duda uno de los sitios de Asturias con mayor encanto.

Os dejo los enlaces del rutómetro digital por si os animáis.

Primera etapa: del Parador de Cangas de Onís al Alto del Pontón (48,1 km)

https://goo.gl/maps/43RpLLD68vBieDee6

Segunda etapa: del Alto del Pontón al Puerto de Pandetrave (47,2 km)

https://goo.gl/maps/EyYeQySnrAjNpDTe9

Tercera etapa: del Puerto de Pandetrave al Restaurante Puente Dobra (64,3 km)

https://goo.gl/maps/dbUPHhRj47AAKPmS6

Si las curvas no son lo vuestro, tenéis niños y os apetece disfrutar de una pequeña caminata no debéis perderos la senda que os llevará a la Olla de San Vicente. Mi última vez fue en abril de 2009, estaba precioso con los deshielos aunque el baño que os podréis dar ahora, no era aconsejable durante esa época del año. Bordeando el Dobra, afluente del Sella, esta ruta facilona de 6,5kms  ida y vuelta se hace completa en hora y media, la recompensa esta piscina natural de aguas turquesas que alcanza una profundidad de 5mt.

Claro esta que podéis ir a pasar el día con vuestra cesta de picnic, pero cuando veáis esta pequeña muestra de lo que ofrece el restaurante Puente Dobra, la opción de reservar mesa es más que aconsejable si no queréis volver con el estómago vacío.

Nosotros lo tuvimos fácil, la organización lo tenía reservado y llenamos el gran comedor aunque también tienen mesas en la zona del bar además de la terraza.

Con un menú cerrado muy asturiano dimos por finalizada la ruta casi a las siete de la tarde. Lo peor fue volver a nuestros sitios de origen con la modorra que produjo tan copiosa y contundente comida.

Boroña preñada para hacer boca. Se trata de una elaboración típica con harina maíz y rellena de embutido que se envuelve en hojas de berza y hornea dentro de una lata.

Fabada. Aunque sea verano los calores no son excesivos y es la gasolina de 98 octanos que necesitaban nuestros cuerpos.

Quien dijo miedo, ahora un cachopo por barba. Tamaño grande, sin ser exagerado, ideal para consumo individual, buen empanado y abundancia de relleno.

Rematamos a elegir entre una tarta de avellanas o arroz con leche.

Después de 300kms y ya sentado en el sofá aún era incapaz de quitarme la sonrisa de encima. Hubo gente que vino desde Santiago de Compostela o Bilbao, ahí lo dejo, unos héroes porque con la panzada yo no llego a San Vicente de La Barquera o Ribadeo.