Casa Ezequiel – Ctra. Nacional 630, km 99,5  –  Villamanín – León   Tlf: 987 59 85 13

Oasis 

1. m. Sitio con vegetación y a veces con manantiales, que se encuentra aislado en los desiertos arenosos de África y Asia.

2. m. Tregua, descanso, refugio en las penalidades o contratiempos de la vida.

No es que Villamanín de la Tercia sea un páramo desierto, pero su ubicación entre altas montañas y sometida a los rigores invernales de prolongadas nevadas, hace que la zona no tenga demasiados habitantes. Suple esta carencia, con los numerosos visitantes que a diario suelen hacer parada en el sorprendente motor económico de Casa Ezequiel.

Cuando en 1945 de fundó Casa Ezequiel, la carretera y ferrocarril que pasa por Villamanín era la única vía de entrada por el sur hacia Asturias. Muchos recordamos el infierno de aquel Puerto de Pajares por el que a duras penas subían los coches de la época o la cara de susto que se le quedaría a mi abuelo cuando emigró desde Cazorla y cruzó en un vagón de segunda a principio de los años cincuenta. Abuelo Juan!, donde quiera que estés, setenta años después a uno le asusta que aún tardemos dos horas en llegar a León.

La autopista del Huerna nos facilitó la vida aunque igual que ha sucedido con otras muchas autopistas, los otrora concurridos pueblos, han pasado a formar parte de la llamada España despoblada. Casa Ezequiel es uno de los grandes motivos por los que merece la pena zigzaguear por las curvas del Pajares y ha conseguido mantener la zona viva gracias a su calidad, variedad, abundancia y precios contenidos.

Esquiadores, transportistas, montañeros, moteros, adictos al sol o aficionados a los coches como Forks and Bangs, hacen que el broche de oro de una dura jornada de nieve, senderos, o carretera, acabe deleitándonos con buenas viandas en una de sus numerosas mesas. Hacía mucho que no iba por la zona, nunca he esquiado y esto reduce las posibilidades, sin embargo con la ruta que hicimos en enero recorriendo los puertos de San Lorenzo, Ventana, Aralla y Hoces de Vegacervera volví a enamorarme de este restaurante.

El pasado año acondicionaron la zona de terraza y junto con los cinco comedores, hay espacio de sobra para atender a cientos de viajeros. Al despistado que no los conozca y para de casualidad a tomar un café, vino o cerveza tras repostar en la gasolinera de al lado, sus tapas de embutido le captarán, son enormes. Por mucha gente que haya, son una maquina muy bien engrasada y dan muy buen servicio, nada de esperas eternas entre plato y plato.

Si lo vuestro no son los viajes, también podéis disfrutar de Ezequiel en los tres locales de León capital. Podréis elegir entre restaurante, lugar para tapeo o una experiencia diferente en El Modernista, un lounge bar con posibilidad de menú degustación en el afamado edificio Casa Botines diseñado por Gaudí.

Aquí en Asturias es fácil encontrar los embutidos de Ezequiel pero si sois de lejos, seguro que tras la comida acabareis en su tienda comprando un buen surtido con todas sus variedades. Ya os he mencionado que la abundancia es una de las características de esta casa, no dudéis en pedir para llevar lo que no podáis comer. En mi última visita ya hice una comanda abultada pensando en el Take Away, cenar el embutido viendo Masterchef me supo a gloria viendo el nivel básico de algunos cocinados, los mejores candidatos y te hacen un roast beef con cerdo, para más inri habiendo vivido en Inglaterra.

En esta primera parte mis compañeros de F&B cerraron un menú que parecía de boda, pero que bien entró con el desgaste y frío que reinaba allá por el mes de enero. De primero, cecina, croquetas, calamares, jamón asado y una ensalada mixta con unos trozos de bonito que no eran ni medio normales; de segundo cabrito asado y en los postres desde tarta de queso, natillas, crema de limón, arroz con leche…..etc

En mi más reciente visita de este lunes pasado, un plato de embutido con un pan crujiente que es delito (la cecina es la tapa gratuita), unas setas de temporada que son las de San Jorge o Perrechicos y unas costillas de lechazo.

Muchos ya sabéis de lo que he hablado y para los que os haya descubierto el lugar, no dudéis en visitarlos, todas las fotos son reales, no hay realidad aumentada, comeréis de cine a precios muy razonables.