Restaurante Diego – Avda de Galicia, 23 – Piedras Blancas   Tlf: 985 50 85 79

Que las redes sociales se han convertido en una excelente herramienta de marketing, hoy no le cabe duda a nadie y los que nos dedicamos a este menester con honestidad desde hace tiempo, alcanzamos cierta notoriedad y veracidad. Somos el corre ve y dile, el boca a boca de una nueva manera de entender la publicidad, al punto de que los llamados influencers se han convertido en millonarios por hacer una mención en sus redes. Obviamente no es mi caso, el 99,9% del contenido me lo costeo yo y me da la tranquilidad de poder hablar sin tapujos.

El restaurante Diego es un oldtimer, sus redes sociales son un desastre y funciona por el boca a boca, porque además se encuentra en Piedras Blancas, una plaza muy poco conocida donde podemos destacar la hamburguesería Caprichos o la marisquería El Hogar del Productor. Lo que me llegó a mis oídos era que se comía muy bien, moderno y con precios muy razonables, eso si, un único menú con entrante, primero, segundo y postre.

Aunque frecuento bastante Piedras y su entorno, la zona de vermuteo es excelente, no caía en el Diego y siempre acababa llamando sin reserva, craso error, llamad con antelación. Ahora tras dos visitas, es momento de reflejarlo en el blog.

La ubicación es mala, en el bajo de un edificio que no está en la zona céntrica. Por mala quiero decir que no caes ahí por casualidad, podría parecer un lugar clandestino y si husmeamos a través de sus ventanas, el color rojo puede confundirnos. Como si estuviéramos en un casino, todo al rojo, incluso los lavabos del baño donde no falta colutorio bucal y colonias, no deja de ser tan recargado como llamativo, pero en el fondo la sala resulta elegante y confortable.

El servicio resulta muy atento y solo nos queda disfrutar de lo que tengan ese día. El tipo de cocina tiene puntos de fusión y a veces vanguardia, pero lo que sobre todo prima es el sabor. Todos los platos son muy sabrosos, ya sean los entrantes, carnes o pescados, quizás en algunos peca de excesos decorativos.

Cochinita pibil, ceviche de bonito, lubina o corvina sobre diferentes arroces, hamburguesa de vacuno o secreto ibérico, y unos postres que mezclan un helado o sorbete con crumble y diferentes frutas ya sean del bosque u horneado como el melocotón, son los platos que he podido probar y los he disfrutado mucho. Si encima, el menú cuesta 35€, la experiencia en Diego está muy por encima de la media de muchísimos restaurantes con más nombre.

Al tener cerrado su menú, aunque os puedan hacer algún cambio, no lo recomiendo para los que no estén culinariamente abiertos a todo. Es un restaurante para dejarse sorprender y doy fe que lo consigue.