10º Aniversario



El tiempo es, en sentido general, una magnitud física que se utiliza para medir la duración, simultaneidad y separación de los hechos y acontecimientos. Esto permite ordenar acontecimientos en una secuencia, de la que se desprenden las nociones de pasado, futuro y presente. Aunque el tiempo nos sea común y gratuito a todos, no siempre es de libre disposición, está acotado por nuestro nacimiento y fallecimiento, cómo lo utilicemos dice mucho del individuo.

Por norma general siempre se nos queda escaso, se dice que pasa rápido o lento en función del disfrute o penurias que suframos durante su transcurrir y cuando nos acercamos al ocaso, todos pedimos una prórroga, porque el tiempo es vida y enseñanza. Dicen que el tiempo lo cura todo y no es cierto, solo uno sabe el tamaño de sus brechas y si desea que cicatricen, un bálsamo no implica la sanación.

Diez años son palabras gruesas en cualquier ámbito al que los circunscribamos, un hijo, una relación de pareja, nuestra madurez o vejez, un coche, una casa, aquel viaje, ese concierto o este blog. Da mucho vértigo asomarse a esos inicios llenos de inconsciencia, desconocimiento y osadía; la llegada tardía a un mundo ajeno al que solo pretendía aportar matices, ideas, información, pero sobre todo un disfrute personal que siempre he tratado de transmitir en una forma didáctica y práctica.

Por aquellos tiempos me movía solo por Facebook y mi amigo Pablo Crabiffosse, conocedor de mis hábitos parranderos gastronómicos me insistía en elaborar una guía de restaurantes. Internet llegó a mi vida en 1993, te descargabas todo gratis, no había spam ni estafas, chateaba con el IRC, un Pentium era un pepino de ordenador, lo mas moderno era tener una disquetera Zip, navegaba con el Netscape, las conexiones del modem, en San Francisco me documentaba para hacer mis trabajos y mi proyecto fin de carrera fue MasterWeb una universidad virtual, cuando apenas se empezaban a retransmitir emisoras de radio por la web.

Siento que no he sabido subirme a tiempo a este tren bala, podía haber aportado mucho con los maravillosos viajes y restaurantes que he visitado, pero mirar al pasado quejándote de lo que no hiciste, de nada sirve. Hay que ser proactivo, pensar en todo lo bueno que está por llegar y con un par, afrontar retos con los que poder darnos una buena ostia o triunfar.

Hice caso a Pablo pero a medias, ya de metidos en el charco vamos a embarrarnos bien y desarrollar esa faceta de cocinero amateur que siempre he llevado dentro. Buscando la plataforma adecuada, un nombre, un diseño, un estilo, podía ejercer los conocimientos de marketing, aunque el aprendizaje continuo de las diferentes herramientas y necesidades, han supuesto muchas horas y a veces obstáculo para el crecimiento. Arrancaba el blog Fuego de Mortero con dos grandes secciones Me Lo Dan Hecho y Te Lo Doy Hecho.

Para la primera tenía una cosa clara, ese dicho tan grosero de «donde pago, cago» pero no en el sentido déspota y prepotente que he sufrido en mi faceta de contratista, no puedo con los gañanes arrogantes. Por encima de todo siempre ha estado el respeto por una profesión tan dura y poco valorada durante mucho tiempo, por ello no me gusta referirme a mis artículos como críticas, son más bien crónica de una experiencia personal y subjetiva.

Exceptuando los actos promocionales, invitaciones a jornadas o aperturas de nuevos locales, en tan solo dos ocasiones he visitado un restaurante invitado. Diréis que bien tonto soy, quizás, pero pagar por lo que como, me da independencia para escribir lo que me de la gana con mayor o menor acierto, pero siempre tratando de ser objetivo. Muchas veces he ido dos o incluso tres veces para tener suficiente material con el que hacer una valoración y ofrecer al lector una información más variada, por ello me sorprendo cuando algunos son capaces de analizar un restaurante con un entrante y un plato.

Algunas veces he recibido comentarios en relación a que no doy caña, me niego a ser un Tripadvisor de indocumentados, el hijoputismo no es mi forma de ser. Errores y malos días los tenemos todos en nuestras profesiones, estigmatizar a un restaurante por captar seguidores me parece muy ruin. Nunca le he hecho ascos a ningún lugar, comer en una tasca o en un estrella Michelin tiene la misma dosis de disfrute, la diferencia está en como lo haces y lo que pagas acorde a unas calidades y a un servicio.

410 restaurantes, sin contar algunos que no he hecho artículo y la de veces que habré repetido en muchos de ellos, da para una estadística interesante, 3,42 al mes. Obviamente podrían ser muchos más o menos, pero ni mi dinero ni mi capacidad de engorde son ilimitados. Comer fuera de casa siempre lo he considerado como una inversión en felicidad y conocimiento, educar el paladar pasa por sumar experiencias para poder comparar y si encima tenemos cierta facilidad para poder replicar sabores en tu propia casa, miel sobre hojuelas.

Cocinar me gusta muchísimo pero comer me gusta más y creo que mi sueño profesional sería ser crítico gastronómico. Un sueño imposible sería comer en todos los restaurantes Estrella Michelin del mundo, ya se que se come muy bien en otros que no pertenecen a esta guía, pero de alguna forma hay que acotar los sueños para que parezcan factibles. Y ya puestos, me mojo, A Poniente es mi lugar favorito de los que he visitado.

Por lo que respecta a ese otro primigenio gran bloque de Te Lo Doy Hecho, nunca pensé en darle la dimensión que ha alcanzado. Incluso en la sección de Postres me sorprendo a mi mismo con 96 elaboraciones, cuando soy consciente de que lo dulce no me atrae, ni me gusta hacerlo.

Me recuerdo desde muy pequeño en la cocina, ayudando para poder comer lo que sobraba, rebañar platos antes de fregarlos y ser una metralleta con mi madre preguntando el como y el por qué de muchos procesos. Sin duda he heredado de mi madre la destreza entre fogones, la curiosidad por probar nuevos sabores e informarnos para hacer nuestras propias versiones. Con tres o cuatro años me recuerdo comiendo en aquellos primeros restaurantes chinos donde la sopa de nido de golondrina, de aleta de tiburón, cerdo agridulce o ternera con soja y bambú eran mis preferidos, junto a unos lichis en almíbar de postre.

Recientemente, en el viaje por Tailandia he vuelto a comer cocodrilo e incorporaba la serpiente a mi dieta. Tiburón, tortugas de mar y tierra, pepino de mar, morena, canguro, gorriones, caballo, burro…etc cualquiera de estas especies solo dependen del tema cultural y los escrúpulos que podamos tener. Precisamente los españoles no estamos para hacerle muchos ascos a nada, cuando los callos, oreja, morro, manitas, lengua, jamón, bígaros, centollos, oricios, angulas, calamares en tinta, algarrobas, chufas son algunas de las maravillas que nos echamos a la boca con frecuencia.

Una de las características del paladar y el ser humano es el conformismo, somos capaces de acostumbrarnos a lo malo, ya sea por necesidad o desconocimiento. Ese mantra de «como la fabada de mi madre o la carne guisada de mi abuela, no hay otra mejor», es una gran falacia. Mis dos abuelas, una cocinaba muy mal y la otra era mediocre, mi madre lo hace muy bien y hay muchas que conozco que no pasarían el filtro de Chicote en su peor visita. De esos barros estos lodos, luego tengo que escuchar que si la ensaladilla de aquí o el potaje de allí es maravilloso, cuando en realidad son batalleros.

Visitar muchos restaurantes nos ayuda a tener criterio y sobre todo aprender. Cuando esto te lo llevas a tu cocina y haces un plato de arroz, una carne, pescado o un guiso a fuego lento, con autocrítica seremos capaces de ir aprendiendo y mejorando. Escribir un artículo de una receta lleva mucho trabajo, desde su concepción mental pasando por la búsqueda y compra de ingredientes, su elaboración y emplatado interrumpido por infinidad de fotos y videos, que han de ser editados para ser buen soporte de una literatura que trata de ser extensa y muy didáctica. Todas estas horas dedicadas a lo largo de estos diez años han tenido la misión de transmitiros mi pasión por la cocina e intentar que vosotros fueseis aprendiendo conmigo.

Diez años dan para muchas recetas, 761 lo que se traduce en unas 6,34 al mes, mucha comida si la ponemos toda seguida. Esto es lo que he querido con este vídeo resumen, una receta cada segundo, 12 minutos que podéis guardar como fondo de pantalla. Recuerdo todas y cada una de ellas y por ello, cuando he montado este video me he sentido abrumado viendo tanto trabajo condensado, un resumen de lo que ha sido gran parte de mi vida en esta última década. Parece que cuando uno hace lo que le gusta no pasa el tiempo o no le damos el suficiente valor, pero 3.650 días con sus 87.600 horas son la leche y por ello estos 12 minutos de amor y trabajo, me emocionan.

A medida que ha pasado el tiempo me he sentido más implicado y con más responsabilidad, ser autodidacta complica muchos procesos y reconozco que he tenido muchas peleas con la tecnología. Entre las diferentes plataformas, redes sociales, editores de programas he blasfemado mucho y alguna cana me han sacado, pero junto a los cortes y quemaduras son cicatrices que curten. Si bien hay muchas cosas que he tenido que hacer para ir mejorando y ofreciendo un producto de más calidad como las vídeo recetas, hay otras que me niego a entrar por el aro.

Tener 275 video recetas en el canal de YouTube que luego inserto en los artículos del blog me parece que aporta valor. Que una vídeo receta dura 15 o 20 minutos es el peaje que debemos pagar si realmente tenemos interés en aprender a cocinar, son formatos que encontraremos en Canal Cocina o en el decano de la televisión, el incombustible Karlos Arguiñano que recordareis compartió mi receta de Cataplana de Bacalao, Mango, Physalis y Marisco. El tema este de los reels, el Tik Tok me parece una mamarrachada de poco interés, vana y vacía, eso si, muy vistosa y que da muchos seguidores en este nuevo mundo de la inmediatez. En 60 segundos que dura no puedes enseñar a nadie a cocinar, ni en ese tiempo se calienta el agua para cocer un huevo, claro luego vamos a la cocina y nos parece todo muy lento y aburrido, mejor llamamos al Globo o Just Eat o que mamá nos mande un tupper.

Se que soy algo brasas, que hablo y escribo mucho, será mi educación o avanzada edad, pero siempre he visto o querido que Fuego de Mortero fuera un producto de calidad atemporal. Ya estoy yo como Sánchez, «seré recordado en la historia……», no he exhumado a Franco pero si que he ahumado unos cuantos salmones, al menos para mi, más meritorio. Aunque el valor de la palabra no sea del agrado del ínclito Presidente, a mi me enseñaron (no hay mejor ejemplo que mi padre), que con su verdad se va a todas partes y dejarla por escrito rubrica su valor convirtiéndola en eterna. No he tenido hijos pero he plantado algún que otro árbol y escrito como para empapelar la Muralla China, quizás Robert de Niro y Mick Jagger me estén mandando señales, pero de momento tengo el móvil en modo avión.

En esta década he conocido mucha gente relacionada con la gastronomía, he conseguido hacerme un nombre propio y mostrar Fuego de Mortero como una marca y espacio respetuoso con la profesión. Me he presentado a algunos concursos, en otros he sido jurado, hice algún show cooking, me han entrevistado en prensa y televisión, pero de lo que me siento más orgulloso es de vuestro apoyo. Muchos silenciosos habéis estado ahí desde el principio, sin hacer ruido hemos ido creciendo, GRACIAS.

Categorías: CAJON DESASTREEtiquetas: , , , , ,

1 comentario

  1. Muchísimas felicidades Juan!!!!
    En estos 10 años has creado no solo un blog maravilloso qué consultar recetas clásicas, re editadas y mucho poder de tu imaginación!
    Has crecido como escritor, publicista, fotógrafo, cocinero….jajjajaa seguro me dejo mil facetas más que no tenías y ahora tienes! Dice mucho de cómo eres tú! Y los que tenemos el lujo de conocerte y contar contigo como amigo es un orgullo este blog para gritar a los 4 vientos!
    Por mucha más vida para Fuego de Mortero! ❤️

    Me gusta

  2. Muchas gracias a ti por compartir con nosotros tus vivencias

    Me gusta

Replica a FuegodeMortero Cancelar la respuesta

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.