Hay días en que la vida resulta muy caprichosa, tanto te da como te quita y jornadas como la de ayer resultan un tanto agridulces. Por un lado recibía la noticia del fallecimiento del padre y la madre de dos buenos amigos, por otro celebrábamos un acontecimiento de vida tan importante como los 40 años de mi amiga Griselda.
Los que me conocen bien saben de mi energía y entusiasmo con las cosas que hago, siento que hemos de exprimir la vida en cada instante y agradecer cada minuto del tiempo que pasamos con aquellos a los que queremos.
Griselda y Luis son muy buenos amigos y además clientes. Este verano hemos reformado su vivienda y ayer la inauguramos de la mejor forma posible, fue uno de esos días que permanecerán en el recuerdo.
Cuando me invitaron a la celebración íntima e informal, se me ocurrió que no podía hacer mejor regalo que un catering de Fuego de Mortero. Convenimos una comida mexicana y planteé un menú integral como los podíamos comer en nuestra época universitaria en San Francisco, en el Chevy’s de Stonestown.
Comenzamos con un cebiche de corvina, una hermosa pieza de 2,3kgs que únicamente difiere respecto de la receta ya publicada, en el granizado de agua de tomate.
Unos nachos, esta vez con pollo, nunca pueden faltar y siempre son un éxito garantizado.
Continuamos con unas enchiladas de ternera asturiana marinada en achiote, un ingrediente que me descubrió mi amigo mexicano Paulo Balbuena.
Como complementos nunca puede faltar un buen guacamole como el de la receta que me enseño la madre de este, rodajas de jalapeños y nata agria.
Quedaron pendientes de hacer las fajitas de ternera, quizás me excedí pues eramos cinco comensales más el nuevo bebé labrador Pancho (hasta el nombre del perro casaba con la comida) recién incorporado a la familia.
De postre una mousse de mango ligera para intentar bajar un poco la comida.
No faltaron las margaritas tradicionales y la versión de fresa. Acompañado de mi Boston Shaker pierdo la cuenta de cuantas preparé y aunque alguno jugó a ser Tom Cruise, mi receta para una margarita equilibrada es la siguiente: 2cl de triple seco, 5cl de Tequila, 1 lima, hielo abundante y mezclar en la cocktelera. Para las de fresa me gusta mantener el toque de lima, esta vez con media es suficiente además de unos 10cl de puré de fresa natural.
Tras unas cuantas margaritas sólo nos faltaron las pistolas para disparar al aire, aunque igual hubiésemos despertado al que se tomó al pié de la letra lo del tequila REPOSADO.
El día se convirtió en tarde, y la tarde en noche, cansados pero animados hasta salimos a cenar, para que no se diga que los cuarentones no tenemos carrete.
La fiera puede salir más veces en tus artículos????
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Jajaja, no se si volveré a visitar a mis amigos, el bicho se pondrá enorme e igual no me deja entrar.
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