El pasado martes decidía acudir a una invitación que me habían hecho los amigos de Placer Artesano. En algunas recetas os he hablado de ellos, Aide y Vicente regentan una tiendina al estilo tradicional donde miman mucho el producto y se nutren de pequeños agricultores o casas que promueven el cultivo ecológico.
Se que a muchos os puede sonar raro que yo, un carnívoro confeso e impudoroso pueda acercarse a un evento de este tipo donde supuestamente se concitarían veganos y vegetarianos. ¿Que hace un Trekie en una convención de Star Wars?, sencillamente aprender de una misma pasión, la cocina.
No comparto muchos de sus puntos de vista que llevan al extremo, como tampoco lo hago con aquellos que sólo comen carne y embutidos. En muchos otros si estamos de acuerdo, me gusta el cultivo ecológico porque sabe a los productos de antaño, que por cierto también se sulfataban, entonces ¿qué ha cambiado?.
Simplemente, en la actualidad se necesitan superproducciones para abastecer grandes superficies y a mucha población. Se busca la eficiencia para obtener rendimientos óptimos, o acaso pensamos que los Estados regalan el dinero porque sí cuando suceden desgracias naturales y se llevan por delante zonas de cultivo por pedrisco, inundaciones o sequía.
Muchos de esos productos en masa han perdido calidad, necesitan conservantes, pasan tiempo en cámaras y cuando llegan al consumidor final tienen una presencia de super modelo pero con menos sustancia que los participantes de Gran Hermano.
Por todo esto, el cultivo ecológico está tomando mucho auge, aunque debemos ser conscientes que en números macro resulta un producto caro. Imaginemos que McDonalds a nivel global utilizase tomates raf y ternera ecológicos, ¿creéis que el Big Mac costaría lo que cuesta?.
Personalmente opino que para una dieta sana hemos de comer equilibrado y por supuesto debe incluir carnes, pescados, huevos, lácteos, legumbres y hortalizas. No se puede jugar a buscar siempre sustitutivos o acabaremos comiendo como el protagonista de 2001 Odisea En El Espacio, o peor, una pastilla que aúne todos los nutrientes necesarios.
Me gusta aprender y cómo de todo, hasta vegano si hace falta. ¿Por qué?, pues sencillamente porque ese estilo de vida no esta reñido con que algo esté rico y si encima es saludable, mejor que mejor.
Hay un punto en el que no estoy conforme, el que se quiera dar apariencia de lo que no es. No podemos jugar al trampantojo continuo y en breve sabréis a lo que me refiero.
El taller fue impartido por Raquel Imbas que tiene su propio canal de Youtube en el que podréis seguir sus recetas o quizás seguirla en Facebook, Twitter o Instagram bajo el nombre de Veganamente.
Nos preparó un menú completo con entrante, plato principal y postre. Ceviche, callos y brownie veganos, son los trampantojos de los que os hablaba. No hay pescado, ni visceras, ni mantequilla o huevos, entonces ¿porqué dar un nombre de algo que no es?. Parece en cierto modo una justificación culinaria, cuando lo sencillo sería hablar de una ensalada con aliños cítricos, unos garbanzos con setas o una pasta de dátiles con frutos secos.
Ceviche, Callos Veganos, Brownie
Aquí os dejo el vídeo del Taller Vegano
Todo estaba rico, e incluso repetí callos. Aprendí algún truquillo como el de poner alga kombu a la cocción de los garbanzos para reducir los gases que nos puede producir esta legumbre.
En definitiva, fue una jornada divertida e interesante en la que además de cocina hubo una especie de coloquio abierto entre los que allí nos encontrábamos.
y la cerveza también era vagan??? jaja como disfrutas
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Una artesana asturiana, Xana creo recordar. Ni idea de si pueden tomar esto, de no poder sería una lastima 😉
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