Abrelatas – Ería del Hospital, 5 – Pola de Siero Tlf: 984 182 245
Llego bastante tarde para hablar de este restaurante de Pola de Siero, el trabajo de Borja Alcazar y su Abrelatas, lleva ya mucho tiempo abriendo conservas gourmet que no han pasado desapercibidas en el mundo gastro.
Asiduo a los Campeonatos de pinchos y tapas, ha cosechado muy buenas posiciones incluso en el Campeonato Nacional y yo aún sin haberlo visitado. Tanta confianza y referencias tenía de este pequeño local, que fue el elegido para celebrar mi cumpleaños durante la cena.
Puede que recordéis el bombón de chocolate con leche y carrillera de gochu asturcelta guisada al Oporto que probé en la Cata de Gochu Asturcelta y Cervezas Asturianas que se celebró en el restaurante Vinoteo, de Oviedo.
La cocina tradicional no está desligada de la más vanguardista, esa que nos ofrece mezclas de sabores diferentes, pero que sin una buena base y dosis de clasicismo nunca llegaría a enamorar nuestros paladares.
El Abrelatas combina ambas facetas que pueden pasar en su menú del día por elaboraciones más tradicionales a elegir en carta platos muy sugerentes que como podréis ver impresionarán al comensal más exigente.
Céntrico pero un poco escondido en La Pola, el que fuera el mesón La Panera tiene una discreta fachada con una cristalera de cuarterones. Dentro, se ve muy luminoso por la combinación de blancos y negros en los que destacan unas lamparas de araña para albergar sentados no más de 25 comensales puesto que la barra ocupa medio local.
Resultó un poco complicada la elección de los platos, apetecía una de cada sólo con leer los nombres, pero habiendo una niña en la mesa nos ajustamos con alguna elección más segura.
Comenzamos con una mini-pizza de maíz con queso Varé, anchoas de Llanes pero sin la tomata riojana de pimientos (cosas de niños).
La base es un tortin fino de maíz que combinado con el excelente queso Varé y unas magníficas anchoas gustó tanto que se pidió una segunda.
Me entra la risa de pensar en la palabra Nugget y asociarlo con el McDonals, en comparación con esta elaboración de pitu de caleya con una salsa de mostaza ligera.
Gloria bendita, que me den el cartón de 12 unidades, esto es pollo y lo demás p…..s
Pasamos a la parte de guisitos, donde se nota tanto la mano de alguien forjado al mandil de la abuela y madre. Pulpo de pedreru de Tazones guisadino, con tocino ibérico Joselito, ensaladilla de patata y pimentón de la Vera y crema ligera de patata.
Con la tromba de agua que nos cayó al llegar se puede decir que nos cayó la del pulpo, y que pulpo, se nota mucho el guiso que potencia los sabores y las diferentes texturas de la patata, lo hacen un plato de los de rebañar.
El siguiente guiso fueron unas manitas de cerdo con gamba roja. Camarero, otra de pan!!!!, menuda delicia y melosidad, con tanto sabor a gamba que hasta el más repunante de la casquería, las comería con gran placer.
Para rematar con más contundencia buscamos las carnes, en formato hamburguesa gourmet con doble de carne de vacuno mayor, en pan con cereales y salsa especial, cebolla fresca picada, crema de queso cheddar, pepinillos agridulces, patatas spicy, ensalada y cebolla morada.
Hamburguesa muy muy top, sabores muy marcados y carne al punto perfecto.
El cachopo Sibarito con filete de ternera asturiana I.G.P., queso Vidiago de Llanes, jamón de bodega, tocino ibérico «Joselito», tomate de la huerta, patatas y pimientos agridulces.
Los talibanes del cachopo seguro se fustigarán con esta elaboración porque aunque nos de rabia, esto es un flamenquín en toda regla, pero con el sabor que aquí nos gusta.
Para finalizar y soplar la cada vez más pesada vela, uno de los postres de MariLuz Cifuentes, un coulant de chocolate con helado artesano (leche fresca de vaca de Porrúa) de avellana y virutas de chocolate.
Un año más lo he conseguido, sumo y sigo rodeado de gente querida y muchas amistades internáuticas, que gracias al blog, me han abrumado con las muestras de cariño.
El Abrelatas terminó de cerrar y abrir un nuevo año que espero sea al menos igual de bueno que la cena degustada.
Editado 28/03/2019
Hora de regresar al Abrelatas, esta vez rodeado de compañeros blogueros que sentimos la misma pasión por las cosas del buen comer. Gracias a la invitación de Borja Alcazar aquí nos dimos cita Les Fartures, G de Gastronomía, Empachate, My Sweet Carrot Cake, La Sidra Está De Moda y Un Pulpo En Mi Cocina para disfrutar de uno de esos menús del día que con motivo de su octavo aniversario han decidido dar más visibilidad.
Siempre me he cuestionado cosas acerca de los tradicionales menús del día y quizás la más importante sea buscar el punto de equilibrio entre calidad y precio. ¿Es rentable para el hostelero un menú de 6€?, pues si logramos vender mucho en un gran comedor o rotando mesas seguro que las cuentas salen pero a costa de la calidad, no nos engañemos por este precio comeremos de batalla a costa del sufrido y mirado trabajador, que afina presupuesto por no tener posibilidad de irse a comer a casa.
El producto será fresco, mas que nada porque vendrá del congelador, nadie da duros a cuatro pesetas y vuestra merluza a la romana os garantizo no será del pincho. Sólo tenemos que ir a comprar a un supermercado para entender lo que digo y si sois apañados quizás logremos confeccionar algún plato con este presupuesto, pero…..un hostelero además ha de pagar a sus empleados, alquiler, luz, licencias…etc, y supuestamente obtener un beneficio.
El menú del día se ha ido maltratando con el paso de los años, aquello del bar de carretera lleno de camiones que indicaba lo bueno, bonito y barato ha pasado a mejor vida y aunque las autopistas hayan tenido mucha culpa, es indudable que vivir en pesetas aportaba mejor calidad de vida a cualquier clase social, un café 200 pesetas, !que locura!.
Si vamos subiendo el presupuesto del menú podemos llegar a los 11€ del Abrelatas, caro o barato, depende del bolsillo de cada uno pero analicemos la calidad y dejemos que nuestro cuerpo hable. No sentimos pesadez ni ardores de estomago, coño, como cuando como en mi casa, algo tendría que me ha sentado bien y eso amigos se llama calidad y mimo. Tengo comidos pinchos a media mañana que me han dejado jodido todo el día y probablemente el causante número uno sean los aceites quemados y reutilizados hasta la extenuación.
Conviene analizar los platos que nos ofrecen esos menús, la sofisticación no suele tener cabida y cuanto más tradicional o sencillo os parezca tiene visos de salir airoso. Los guisos y potajes son los reyes, con poco pero con mucha mano, como la de Mariluz Cifuentes, madre de Borja, la sencillez se hace sublime y el mero hecho de utilizar un garbanzo tipo pedrosillo marca diferencias en finura palatina.
Cuidar el pan, en este caso de una panadería local o ese vino del Bierzo a granel 100% mencía y hasta el agua que es asturiana de Borines, suma puntos. Pero si nos salimos de lo fijado, hasta la cerveza está cuidada, una artesana de Ordum.
Como se trataba de probar todas las opciones, las cantidades están ajustadas en proporción. Cuatro platos a elegir entre dos primeros y dos segundos, que obviamente son más abundantes de lo que muestran estas fotos. Para el postre compartimos un variado de tartas.
Comenzamos con una ensalada de frutas frescas de temporada con crema de yogur griego. Si eliminamos la lechuga podría también ser un magnífico postre pero como entrante resulta una opción muy fresca, esto es como los quesos, hay quien los prefiere como entrante y otros como postre.
Si sois menos healthy, mi recomendación es su sobresaliente cocido de garbanzos con moscancia de La Pola. Caldosinos sin exceso, garbanzo pedrosillo super suave y el saborazo que le da todo el compango de calidad, del que destaco la moscancia. Este embutido no tiene el gran reconocimiento de otros por ser consumido de forma local en algunas zonas Se diferencia de la morcilla en que se emplea sebo de vacuno o de cordero además de la sangre, tocino, cebolla, pimentón, ajo y sal. Se embute en tripa natural y se escalda. Se consume cocida habitualmente acompañando cocido de garbanzos, potes, fabadas, lentejas..etc.
De segundos podemos optar al bacalao guisado con pisto al estilo de Mariluz o las albóndigas de vaca vieja (Asturiana de los Valles) de Sariego, que se sirven en salsa de tomate casera y una crema de patata. Cualquiera de los dos cubren las necesidades de carnivoros o de los que prefieren pescado, una vez más la buena materia prima ayuda a la pericia de la cocinera con unos platos que nos recuerdan a esos que llevamos toda la vida comiendo en casa de nuestras madres o abuelas.
Cerramos con el surtido de postres caseros, aunque la de queso estaba muy buena, me quedo con la de piña porque se sale de lo habitual y estaba muy sabrosa.
Por resumir, rescatando la primera parte del artículo, en el Abrelatas se come de primera ya sea buscando la tradición de Mariluz con sus menús diarios de calidad o cuando Borja se nos pone creativo con recetas en las que da su toque de autor a una cocina basada en el producto.
Suscribo todas y cada una de tus palabras. Una cocina cuidada, hecha con mimo y cariño. ¿11 euros? A alguno es verdad que le puede parecer caro, pero ciertamente es como si comieras en casa, sin pesadez en el estómago, sin ardores… En fin, merece la pena darse una vuelta por la pola y visitar el Abrelatas.
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Gracias, yo creo que fue unánime
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