Fácil, rápida y versátil es la receta que aquí os propongo y prueba de ello será el artículo más corto que haya publicado durante estos cinco años de blog. Aunque por si sola es deliciosa y un postre muy digno para servir a vuestros invitados, en realidad la hice para formar parte de otra receta que veréis próximamente aunque no hace falta ser un lince para pensar que funciona de lujo como relleno de por ejemplo una tarta.

Hay diversos tipos de cremas de limón, con diferentes texturas e ingredientes, una de las mas famosas es el lemon curd que serviría de relleno en una lemon pie. Esta que os presento es el colmo de la facilidad, todo lo que debéis saber es que los ingredientes se mezclan a partes iguales por lo que resulta muy fácil multiplicar y obtener las raciones adecuadas.

En este caso, mis medidas han ido marcadas por la cantidad de leche condensada, el tamaño era el que tenía y no pensaba bajar a la tienda por más, para una ración abundante ha sido más que suficiente.

Ya sabéis lo que pasa cuando se mezcla un lácteo con un ácido, se corta, y esta es la clave de la receta, que funciona como un espesante natural. Ya os había enseñado en la receta de Fresas Romanoff como hacer una crema agria, nata y un poco de vinagre es suficiente para conseguir una crema deliciosa si se mezcla con unos nachos, por ejemplo. Por si sola no resulta muy agradable.

Como ya os he dicho mi intención estaba lejos de salir de casa y para ser sinceros, no todo es limón. He tirado de reservas como una lima sobrante y en mi huerto urbano he recolectado un calamondin megahormonado y un par de limones del limonero. Incluso para la ralladura de limón he utilizado uno verde que tenía congelado porque una ventolera tiró el árbol y rompió alguna rama, cortando su crecimiento, pero para estas cosas resulta útil. El physalis decorativo también es del huerto.

Ya que he repetido la receta para una de mis cenas mensuales, la actualizo con vídeo receta y veréis que las cantidades son mucho mayores, en este caso uso 1 litro por cada ingrediente. La decoración final es un poco más rococó y además de la ralladura de limón le añadí unas virutas de chocolate negro y un barquillo.

Ingredientes:

170grs de leche condensada, 170grs de nata 35% M.G., 170ml de zumo de limón.

Primero mezclamos suavemente con una varilla la nata y la leche condensada, luego agregamos el zumo que hemos exprimido de los limones y mezclamos sin excesos de vigor, veréis como se cuaja pero al seguir moviendo la varilla acaba por homogeneizarse.

Refrigeramos hasta que esté bien fría y servimos decorando con la ralladura de un limón y en este caso el physalis. Fácil, ¿no?.