Casona Camino de Hoz – Lg. Barrio Gorenzo s/n – Hoz de Anero (Cantabria) Tlf: 942 507 223
Si se junta el mundo del motor con el de la gastronomía es la tormenta perfecta, pocos planes pueden satisfacerme más porque cuando aúnas pasiones nada malo puede salir de tan celestial combinación. Aunque no dé el perfil, en su día estuve muy involucrado con el mundo del tunning y más allá de prejuicios sociales (ya os digo que erróneos), compartir afición por los coches, motos, bicicletas, videojuegos o lo que sea, es un espacio donde conocer gente muy dispar que quizás pueda derivar en una buena amistad.
Conocidos como petrolheads, somos gente que no vemos los coches como un simple medio de transporte, valoramos la historia del motor, de la competición y cada cual dentro de sus posibilidades se siente en comunión con su montura y se le vuelven los ojos brillantes por el mero hecho de haberle puesto un filtro de aire que le de medio caballo de potencia extra. Ingleses y americanos llevan muchos años disfrutando de eventos que pueden ser desde quedadas para tomar un café o salidas a un circuito para hacerse un track day.
Hace poco se formó Forks & Bangs y tras una ruta experimental, se puede decir que esta por tierras cántabras fue la primera en serio. Hasta Santander me fui a vivir la experiencia para conocer gente que incluso venía desde Madrid o Pamplona y la verdad que cumplió todas mis expectativas y os recomiendo seguirlos para futuras rutas, son gente maja, seria y muy bien organizada. Todo el recorrido ha sido previamente supervisado, e incluso disponían de un servicio fotográfico con localizaciones escogidas y fotos en movimiento.
El punto final de la ruta concluyó en La Casona Camino de Hoz, una bonita localización donde juntarse alrededor de una mesa y comentar todas las experiencias del día. Esta antigua casa de labranza y posterior casa vacacional tiene 150 años de historia y la familia Hermosa decidió convertirlo en hotel rural en 2002 y tras varias reformas en la actualidad cuenta con 11 habitaciones.
La organización de Forks & Bangs había cerrado un menú con cinco opciones para el plato principal, comida casera en un entorno idílico.
Comenzamos con unas croquetas de jamón, unos embutidos variados de gran calidad y un surtido de frituras del mar . Estando en Cantabria fui fiel a mi Dougall’s IPA.
Según la elección de cada uno pudimos disfrutar de carnes de vaca de la tierra en versión solomillo o chuleta, unas migas de bacalao, un crep de centollo guisado o una merluza en salsa verde.
Finalizamos con postres caseros, entre ellos una tarta de arroz con leche, la de la abuela y la de queso.
Pasadas las seis de la tarde cada cual hizo su particular viaje de regreso con la satisfacción de haber disfrutado de un gran día de curvas, camaradería y buena comida. La siguiente será en marzo por tierras asturianas donde los Picos de Europa serán los protagonistas.
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