Y vuelta la burra al trigo, que no me puedo estar tranquilito y hacer una versión normal. Eso sería lo fácil y aquí estamos para innovar y disfrutar de la gastronomía, aunque sea con una simple ensaladilla rusa pues cualquier receta es susceptible de ser enriquecida y por ejemplo servirla en un día tan especial como la Nochebuena.
Ya pierdo la cuenta de todas las versiones realizadas en el blog, pero mi conclusión siempre es la misma, es un plato maravilloso, fácil de hacer y que siempre nos transmite felicidad. Quizás porque es un clásico del tupper o terrazas veraniegas, nos recuerda a una época del año donde tenemos la felicidad a flor de piel proporcionada por el sol y el salitre del mar.
No me gusta evangelizar ni pastorizar con sermones absolutistas de cual es la ensaladilla perfecta. Al final, cada cual tiene sus propios gustos y las preferencias pueden ir por mas cantidad de mahonesa, un corte específico de la patata, un toque de vinagre o que los guisantes sean fundamentales.
Habremos de buscar una buena patata, en este caso era de una huerta amiga; en la medida de lo posible hacer nuestra propia mahonesa; un punto de vinagre con los encurtidos funciona de maravilla y en mi caso los guisantes son kriptonita. Pero quizás lo más importante en cualquier ensaladilla, es buscar el equilibrio de ingredientes y añadir la patata al final, nos ayuda a no pasarnos con esta.
Esta versión surgió de otra receta, los Percebes Bourguignon, que cuando los preparaba fueron inspiración. A priori parece un escándalo de combinación, pero quizás lo ineficiente sea comerlos cocidos, sin más. He comido mucho percebe cocido y es sensacional, pero no debemos renunciar a cocinarlo de otra forma.
El producto no se maltrata como arguyen algunos, su cocción en sartén no llega a los dos minutos, lo justo para que tomen sabor con los aromáticos y se puedan pelar, pues ya sabéis que en fresco es tarea casi imposible. Y ya que estamos con un gran producto, para evitar ese supuesto maltrato, no usaremos la habitual conserva de bonito ni añadiremos gambas u otros elementos que distraigan.
El remate final con el aceite de plancton marino, además de colorido le aporta un extra marino con el que esta ensaladilla se convierte en puro vicio. Aquí os dejo la vídeo receta y aunque penséis que no es necesaria, seguro que algún detalle o consejo diferente vais a encontrar.
Ingredientes:
200grs de percebe, 1 diente de ajo, 2 ramas de tomillo fresco, perejil fresco, 1 chorro de vino oloroso, 4 patatas, 3 huevos, 2 zanahorias, pepinillos encurtidos, salicornia, AOVE, aceite de girasol, aceite de Plancton marino, agua y sal.
El primer paso será lavar muy bien las patatas y las pondremos a cocer en una cacerola con abundante agua junto con dos huevos. A partir de que se arranque a bullir, los huevos se hacen en 10 minutos y las patatas dependiendo del tamaño entre 20-30 minutos. Paralelamente también coceremos las zanahorias hasta que nos queden cocidas pero con un punto crocante.
Arrancados estos pasos empezamos con la mahonesa, en una jarra ponemos el huevo, una pizca de sal, unas gotas de un cítrico o vinagre, una buena cantidad de aceite de girasol y con el brazo batidor cubriendo la yema del huevo y anclado al fondo sin moverlo, le damos energía, veréis como poco a poco se mezcla y va espesando, luego iremos levantando el brazo poco a poco para meter aire y a la vez añadir más aceite en hilo. Cuando terminemos la mahonesa la refrigeramos.
Picamos el diente de ajo en fina brunoise y también el perejil, lo ponemos en una sartén con un poco de aceite de oliva y las ramas de tomillo. Cuando el ajo empiece a bailar añadimos los percebes, mezclamos, añadimos el chorro de vino oloroso y tapamos, iremos agitando sobre el fuego y en dos minutos retiramos. Dejamos enfriar un poco para poder pelar los percebes sin quemarnos.
Mientras ya habremos sacado los huevos y enfriado, lo mismo con las zanahorias así que junto con los pepinillos vamos a picarlo todo en una brunoise. Queremos que todos estos ingredientes sean perceptibles pero no invasivos..
Pelamos los percebes y cortamos los cuerpos a la mitad, el contenido de las uñas (cirros) yo también lo utilizo porque tiene una textura crujiente. Por otro lado las patatas habrán terminado, las enfriamos bajo el grifo de agua, pelamos y cortamos en pequeños cubos.
En un bowl grande mezclamos el huevo, zanahoria, pepinillos, percebes y mahonesa, en función de esta mezcla iremos agregando la patata. Rematamos con algún percebe decorativo, la salicornia y el aceite de plancton.
Deja una respuesta