Siguiendo la nueva línea editorial de incluir un tipo de recetas que resultan muy simples y con poca literatura, hoy os recomiendo preparar un pixin al horno.
En Asturias lo llamamos pixin pero el nombre más habitual es rape aunque en lugares como el País Vasco lo llaman sapo. El bicho es feo como el demonio y me imagino a la persona que por primera vez en el mundo decidió comerlo, menudo coraje, asusta.
Ayer en la pescadería necesitaba proveerme de unas espinas de merluza, no tenían así que acabe comprando el pixin para hacer con la cabeza un buen fumet. ¿Que hacer con la cola de un rape negro?, solo se me ocurre una cosa, disfrutarlo.
Este tipo de pescados me encanta, siendo carnívoro mis preferidos son aquellos con una textura compacta, que haya que masticar un poco. Además la preciosidad de este pescado a mi modo de ver es que no tendremos que lidiar con espinas, tan solo una grande central y cartilaginosa.
Se me ocurren varias formas de hacerlo pero sin duda al horno resulta muy sencilla y queda extremadamente jugoso. Como aliño para darle una gracia le hice un sofrito de ajos, guindilla y pimentón al que le dí un toque diferente.
Es habitual utilizar un poco de vinagre para saborizar nuestro sofrito pero a mi se me ocurrió darle un toque diferente con un chorrito de Mirin, una clase de vino de arroz parecido al sake que aporta un ligero sabor dulce. El contraste con el picante y la fuerza del ajo nos aporta un equilibrio muy elegante.
Ingredientes:
1 cola de rape, 1 diente de ajo, 1 guindilla, 1 cucharadita de cafe de pimentón, 1 chorrito de mirin, aceite de oliva virgen extra y sal.
Pedimos en nuestra pescadería que nos preparen la cola, en casa repasamos quitando todas las telillas. Salamos y en una fuente de horno con un poco de aceite la pintamos. Horneamos a 180º entre 15-20 minutos (dependiendo del tamaño).
Mientras esperamos, pelamos el ajo y laminamos al igual que la guindilla. Cuando le queden un par de minutos al rape freímos los ajos y guindilla en una sartén con un par de cucharadas de aceite. Sacamos la fuente del horno, retiramos la sartén del fuego y añadimos el pimentón, removemos e inmediatamente basculamos sobre el pescado. Aún con la sartén caliente le echamos el chorro de mirin para que «limpie» los restos y volcamos.
En esta ocasión lo acompañe de un tomate y unas rodajas de pepino a las que solo puse un poco de sal. Nuestra salsa se mezclara con los jugos del pescado y este será el mejor aliño posible.
El pixín es una delicia de pescado,la carne más parecida al marisco de caparazón. Creo que pixín y rape no son siempre sinónimos, el pixín es un tipo de rape, pero no todos los rapes son pixín. a los otros se les llama despectivamente «aguaron» por el agua que sueltan.
La receta me gusta mucho, con ese toque dulce del mirín tiene que estar muy rico. Sapo o rana este seguro que se convierte en príncipe.
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Anda, no sabia eso, siempre pensé que era lo mismo. Aguarones conocía los pulpos y esas ratas gigantes 😂😂😂. Si este se convirtió en principe y yo quede como un rey
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