En artículos anteriores aprendimos a preparar la masa para gyozas, jiaozi o mandu, también nos adentramos en el mundo del kimchee coreano. Hoy pondremos a trabajar todo nuestro aprendizaje con la culminación de una receta de mandu rellenos con el kimchee y unas manitas de cerdo.
Podéis pensar que es una mezcla un tanto extraña pero la verdad que ha funcionado muy bien y como primera incursión en este tipo de empanadillas puede que haya arriesgado. Las opciones de relleno son tan amplias como vuestra imaginación alcance, podéis seguir la vía oriental o lanzaros al mestizaje, seguro que cualquiera os sorprenderá.
Visualmente se alejan un poco de las tradicionales y seguramente os estaréis preguntando como he conseguido hacer esa rejilla tan bonita y que da tanto volumen, será queso?.
Partía de una receta en la que añadía agua con un poco de Maizena mezclada para la cocción, su aspecto final no era este y cual sería mi sorpresa al despegarlas que surgió el enrejado que inmediatamente me trasladó al restaurante Ta-Kumi donde hace dos años me sorprendió su original forma de presentarlas y que en su día me explicaron.
Por no repetirme demasiado os recomiendo acceder a los enlaces del comienzo para conocer el proceso necesario sobre todo de como elaborar la masa.
Ingredientes:
Obleas de pasta para mandu, kimchee, manitas de cerdo, Maizena, aceite de girasol, aceite de sésamo y agua.
El primer paso sería hacer el kimchee aunque podríais sustituirlo por otro tipo de vegetal. Como tiene un sabor bastante salado y potente, en la búsqueda del equilibrio, decidí eliminar excesos enjuagando con agua fría. Tras tantos días de fermentación, el sabor esta ahí y tan sólo deberéis cortarlo en brunoise.
Yo tenía un sobrante bastante abundante de unas manitas de cerdo con jamón ibérico así que también lo picamos fino y mezclamos con el kimchee. La gelatinosidad de las manitas ha sido ideal para el relleno pues nos los compacta bastante.
Ahora toca preparar la masa y hacer obleas como locos. Procedemos a rellenarlas y sellar.
En una sartén con un chorrito de aceite de girasol a fuego medio colocamos los mandu, se tostarán por la base, cuando estén listos ponemos por encima de los mandu un poco de aceite de sésamo. En un vaso con unos 3 dedos de agua diluimos un poco de Maizena y vaciamos en la sartén, tapamos y a fuego medio dejamos que durante 8-10 minutos se evapore nuestra mezcla y se vayan cociendo.
A simple vista os daréis cuenta que esta cocida la masa, ya no quedará líquido y se habrá formado el enrejado. Podéis servirlo colocando un plato encima y dándole la vuelta como si fuese una tortilla o bien ir sacando con cuidado para mantener unas formas atractivas.
Para la salsa que mejor que utilizar la de las manitas mezclada con un poco de kimuchi no moto aunque una mezcla de soja, vinagre de arroz y unas gotas de aceite se sésamo también nos serviría.
Para el emplatado utilicé esta simpática fuente que me habían regalado mis amigos. Distribuimos con un poco de criterio, y ponemos la salsa en el plato, con el enrejado salsear por encima estropearía la imagen, un poco de cebollino para contrastar colores y a compartir.
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