
Chigre Nature – C/ Comandante Vallespín, 5 – Oviedo Tlf: 984 39 09 10
Cuando el Grupo Nature (Puebloastur, Hostería de Torazo, Hotel Los Lagos Nature, Los Arcos Catering, Sidrería Los Arcos y Restaurante El Halcón) decidió pujar fuerte por el lote de las cuatro variedades de quesos asturianos -Gamonéu del Puerto, del Valle, Beyos y Cabrales-, originarios de los Picos de Europa, que participaron y resultaron ganadores del certamen en Cangas de Onis sabía bien lo que hacía.

Esa repercusión mediática hizo que me enterase por el Telediario regional de la apertura del Nature Chigre, tuve que buscar y enterarme de que el nuevo local se encontraría en el bajo del Hotel Nature, en la calle Comandante Vallespín de Oviedo, el antiguo Hotel M que había cerrado en junio de 2013.
Ojo avizor ante las nuevas propuestas gastronómicas de mi ciudad, acudí al día siguiente a la inauguración y tras poco más de un mes desde que abriera sus puertas, me he convertido en cliente asiduo con no menos de 15 visitas.
El nombre en si resulta una paradoja para aquellos que aún tenemos grabada la imagen de lo que era un chigre, esto queridos lectores, es una sidrería de lujo en toda regla. Una decoración sumamente cuidada, se respira pulcritud por todas las esquinas, el servicio es joven, amable y atento, la sidra de primer nivel y su oferta gastronómica muy cuidada con marcado acento asturiano.

En la planta de acceso nos encontramos con una gran barra donde en sus expositores lucía orgullosos los quesos vencedores. Al final de la misma, una gran campana extractora donde por las mañanas elaboran una gran variedad de pinchos. Cinco mesas altas talladas en madera, como si de pegollos de horreo se tratasen se combinan con unos taburetes en piel, tan cómodos que invitan a una charla prolongada con abundante sidra.
En parte de arriba tenemos un comedor bastante acogedor, pequeño y más sencillo del que nos encontraremos bajando las escaleras. Madera en paredes, sillas y vitrinas contrasta sus marrones con paredes blancas que se iluminan con lamparas colgante y apliques en acero inox pulido de estilo retro.
Entre Foncueva, Zapatero o Trabanco, dependiendo de la primera que me venga a la mente, la sidra es escanciada por el personal aunque cuando conseguimos mesa prefiero descargarles de trabajo y usar uno de sus magníficos escanciadores eléctricos que de no costar 200€ ya me habría hecho con uno para casa, me gusta mucho como espalman la sidra.

Si no sois de sidra, la oferta cervecera no es espectacular pero podéis degustar la Roxa Astur, una blonde Ale de los gijoneses de Bayura Asturies Craft Beer, en la que por cierto, podían incluir el castellano en su etiquetado.

Me gusta que de vez en cuando pasan unas bandejas con pinchitos, porque ya sabéis que la sidra hay que mearla y mejor con algo en el estomago. Mis favoritos los bollinos de chorizo y el croissant con cecina.
Antes de cada comida suelen servirte un aperitivo, estos son algunos de los degustados: pastel de oricios, pollo con bechamel, queso Gamoneu, cecina, ensaladilla rusa y crema de marisco, los dos últimos muy ricos.






Haré un recorrido por su carta en el orden que ellos tienen establecido, comenzando por Lo Frío y siguiendo por Lo Caliente.
La ensalada de bacalao ahumado y naranja natural está deliciosa.


Ensalada de queso de cabra, frutos secos y vinagreta de mostaza y miel. Resulta más clásica y por ello, de elegir, me quedo con la anterior aunque ambas resultan muy atractivas.


La ensaladilla rusa Nature me gusta por la abundancia de mahonesa aunque el toque de la remolacha más que por decoración, no me dice mucho.

Lomos de sardinas marinadas, se sirven en una lata y es un plato divertido para compartir.

Pastel de oricios, puerros con mahonesa y chipirones no me acabó de entusiasmar.

La tabla de embutidos de Naveda (cerca de Cabranes) utiliza ciervo y jabalí en alguno de sus embuchados que se complementan con cecina de León y lomo.


Tabla de quesos asturianos donde no faltan clásicos como el Gamoneu o el Afuega’l Pitu Roxu del Rey Silo.


La croquetas de jamón ibérico están muy sabrosas, buen empanado y una bechamel suave que se ve algo desmerecida por un exceso de grasas «buenas» del jamón.


La pota de mejillones al vapor resulta muy abundante y en esta ocasión, los mejillones salieron con un tamaño considerable.

Los calamares fritos de potera son una buena ración, buen rebozo y calidad.


El pulpo a la parrilla con boletus y crema de patata tiene mucho sabor.


Un fuera de carta resultaron estas navajas a la plancha, algo pequeñas pero sabrosas.


El revuelto de sabadiegos, alcachofas y tortos de maíz me parece uno de sus mejores platos, no querréis compartirlo.


Huevos, patatas y probe. Este último es un tipo de morcilla que en la zona del oriente asturiano se conoce como pantrucu o emberzado.

Cachopo Nature con crema ligera de Cabrales y jamón. Rebozado en panko, buen tamaño, nada grasiento, buena carne pero para mi gusto personal con exceso de relleno y el Cabrales me aparta un poco de esa mezcla de sabores que nos suele dar el cachopo con un queso de tipo cremoso y fundente.




El secreto ibérico con asadillo de pimientos y patatas panadera estaba delicioso, con el punto perfecto de la carne.


Finalmente el gochín Asturcelta con piña asada y ensalada de frutos rojos me resultó francamente bueno. Totalmente deshuesado, cocinado a baja temperatura, es pura mantequilla con esa proporción ideal de grasa y una costra crujiente. La combinación de frutas le va estupenda y lo potencia.


El lomo bajo de vaca asturiana con croquetas bravas, resultó un poco pasado de punto, debería haber advertido que me gusta casi crudo.


El arroz con leche requemado fue finalista de un concurso, con todo merecimiento.

Por diferente y sabroso, destaco la galleta de avellanas y escanda con crema de Afuega’l Pitu. Se acompaña de un sorbete de manzana que tiene una acidez que contrasta estupendamente con lo dulce, no se hace empalagoso, vamos, el tipo de postres que me gusta.


Dentro de todos los helados caseros, me quedo con este de frambuesa silvestre.


Aunque pueda parecer lo contrario, aún quedan unos cuantos platos calientes por probar, pero a este ritmo los acabaré pronto y les reclamaré un cambio de carta. Ya sabéis que me gusta hablar con conocimiento de causa y suelo hacer comandas extensas o varias visitas, en el caso del Nature Chigre poco más puedo aportar tras este recorrido exhaustivo.
Mi recomendación es que le hagáis una visita y si es a la hora de comer, mucho mejor, así me dejáis más sitio por las tardes porque la voz ya se ha corrido y a ciertas horas toca estar de pié.
Editado 29/01/2017
Para cerrar el círculo de este extenso artículo me faltaba por probar uno de sus menus diarios, concretamente este fue el de un jueves, día en que se encuentra hasta los topes porque ofrecen pote asturiano.
El menú se compuso con la elección entre un salmorejo, fresa y tataki de atún o pote asturiano de berzas. De segundo un bacalao con pisto y verduritas o caldereta de jabalí y para el postre aunque sólo ofrecían tocinillo de cielo, a mi madre le ofrecieron un helado artesano, en este caso eligió el de chocolate.
El pote, para mi gusto personal, le faltaba algo de berza pero con la escasez de lluvias imagino que esto no es tan fácil de conseguir. El bacalao era fresco, bueno pero con la obvia diferencia de texturas respecto del deshidratado salado. La caldereta estaba muy rica y el tocinillo, superior.









La verdad, es que por 13€ no se puede salir mejor comido.

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