Llamber – C/ Galiana, 30 – Avilés Tlf: 984 832 348 C/ Fusina, 5 – Barcelona Tlf: 933 196 250
Comenzaba el verano y casualmente pude reenganchar una amistad que se encontraba viviendo en el extranjero, nos falto tiempo para tomar algo y ponernos al día de nuestras idas y venidas. El lugar de encuentro, Avilés, ya sabéis que tengo especial querencia por esta villa y había ganas de probar el Llamber pero en esa ocasión se trunco al estar cerrado por descanso y la alternativa siempre excelente de Ronda 14 cumplió nuestro cometido de actualizar vivencias.
No sería hasta finalizar el verano cuando pudimos volver a encajar la cuenta pendiente en la pintoresca Calle Galiana, una de las arterias principales y más atractivas del lugar. Debajo de sus arcos podemos encontrar un local acogedor que en su día fue bar de copas y pista de baile de una generación, llamado el Truebano de Garabiza. Los muros de piedra decoran el interior y le confieren un ambiente cálido, mesas altas con taburetes donde tener una comida o cena con carácter desenfadado, una cocina vista con frenética actividad y mucho mimo en la elaboración de sus platos como pude comprobar mientras trabajaban.
El modelo que han creado es tan bueno que también han abierto local en Barcelona y funciona a las mil maravillas en la calle Fusina.
Berenjenas a la andaluza con miel y limón. Punto de crujiente perfecto y nada aceitosas.
Pescaito frito. Servido en los típicos cucuruchos que nos podemos encontrar en las freidurías del sur, llama la atención que han sacado las raspas y las han frito a parte, una idea sensacional aunque este que suscribe se las come de cualquier manera.
Carpaccio de Angus Black, Vinagreta de tirabeques, Parmesano y Helado de mostaza. Aunque estaba muy rico combinado con el helado de mostaza no acabo de cogerle el punto a los carpaccios, se ve que soy de trozo más grande.
Carrilleras de cerdo, gnoquis de patata y trufa. No sorprenden demasiado las carrilleras en si pues tienen el punto adecuado pero si que lo hace el acompañamiento de los gnoquis.
Cremoso choco blanco, naranja y menta. No pude resistirme a pedir el postre, esta combinación sonaba fabulosa y no defraudó. Un perfecto remate para una cena de picoteo.
Las expectativas creadas fueron confirmadas y sin duda es un sitio para volver pues me he dejado muchos platos en el tintero que me hubiese gustado probar pero en mi regreso el pescaito será un fijo así que iré con hambre.
Curioso. Parece que te pusiste de acuerdo con The Fartons en el día del post sobre Llamber. 😉
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Joder pues si que es casualidad porque ni sabía quienes eran, acabo de buscarlo y me salia un grupo de musica. Ya he visto Les Fartures, tenemos algunos coincidentes pero lo de el mismo dia de publicación es para mirarselo jajajaja.
Yo tenía el borrador desde septiembre y me coincidió el viernes por hacer una propuesta para el finde.
Ellos tienen fotos infinitamente mejores y veo que coincidimos en dos platos.
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