La Corte de Pelayo – C/ San Francisco, 21 – Oviedo    Tlf:  985 21 31 45

Tengo un grupo de amigos con el que de vez en cuando solemos reunirnos para dar rienda suelta a nuestros instintos voraces. En esta última ocasión, el principal objetivo era catar el nombrado mejor cachopo de Asturias en este año 2014. Nada de distracciones, ensalada y cachopo fue nuestro único menú.

Nos encontramos en uno de los sitios más emblemáticos de Oviedo. Para mi el autentico centro de la ciudad, pues con una panorámica de 360º, podemos disfrutar de las vistas de La Plaza de la Escandalera rodeada de majestuosos edificios como el de Santa Lucia, La Jirafa, El Teatro Campoamor, el de La Caja de Ahorros, el edificio del Principado de Asturias, el Campo San Francisco, La antigua Universidad de Oviedo, la calle de Uría y por supuesto El Termómetro que es donde se encuentra el restaurante.

Este edificio conocido como El Termómetro data de mediados de los años 40 y en el 2012 se concluyó su última rehabilitación que lo acerca mucho al original ya que se han vuelto a instalar cristaleras curvas.

La cafetería y terraza de La Corte de Pelayo eran de sobra conocidos por mi ya que es una zona que por motivos de trabajo frecuento a menudo, sin embargo nunca me había planteado ir a comer, quizás por esa vinculación laboral que hace que en mis momentos de esparcimiento huya de todo lo que me recuerde al trabajo.

Realmente me sorprendió al subir a la zona del restaurante, está muy bien montado y por supuesto las vistas son excepcionales con la perspectiva que nos da estar 4 metros por encima de la calle. Conozco alguna de las plantas superiores del edificio y las vistas son inmejorables.

¿Que tendría este cachopo que lo diferenció del resto?, el tamaño se le presuponía pues hablan de un kilo. Lo primero que me llamó la atención fue la utilización de panko para su rebozo, sin duda le da un toque crujiente muy característico que a su vez lo diferencia de todas las versiones que haya probado hasta el momento.

El grosor de los filetes es el adecuado a mis gustos, ni muy fino ni muy grueso. El primer mordisco no me sorprendió positivamente, esperaba más ternura sin embargo a medida que avancé la cosa mejoró. Resulta muy jugoso y no cansa, el relleno entra dentro de lo que habitualmente nos podemos encontrar y aunque no me tocó esparrago es un ingrediente que yo desterraría de cualquier cachopo, es fácil que nos lo agüe.

El acompañamiento de unas buenas patatas fritas y sobre todo de la salsera con el jugo de conejo y pitu me pareció muy buena aportación, la salsa está muy concentrada y tiene mucho sabor.

Ya sabéis que no estoy muy a favor de este tipo de concursos, acaso los ganadores de otras ediciones ¿no podían haber repetido?, realmente ¿es el mejor?, ¿tiene igual calidad o esmero el que presentan a un concurso que el que podamos degustar un día cualquiera?. Podéis aplicar esto mismo a la mejor fabada, la mejor paella, el mejor pincho, la mejor tortilla….etc. Creo que hay mucha subjetividad y en muchos de estos concursos los jurados ni tan siquiera han probado toda la oferta de los participantes.

Por todo ello ni pongo ni quito, me ha parecido un muy buen cachopo, por encima de la media de muchos y sin duda es un sitio al que regresar, lo recomiendo pero en vuestro gusto estará decidir si es el mejor que habéis probado en vuestra vida.

Editado 26/02/2017

Porque no sólo de cachopo vive el hombre, tenía ganas de probar más platos diferentes de su carta y el cumpleaños de mi amiga Laura fue la ocasión ideal.

El escenario no podía ser mejor, un día soleado y la mejor mesa del restaurante, la que hace esquina. Solo por las vistas ya es un privilegio estar sentando en este restaurante, pero en realidad venimos a comer y lo hicimos muy bien.

Precisamente por esa claridad la calidad de mis fotos no es nada buena, el maldito contraluz hace estragos.

Dice el señor Ferrán Adriá en una polémicas declaraciones que el cachopo no deja de ser una croqueta. Si bien entiendo parte de su argumentación, ser un guru de la cocina no implica no medir lo que se dice, siendo consciente de su repercusión mediática. Vosotros juzgareis si son lo mismo, yo lo tengo muy claro,  se parecen como un huevo a una castaña. Otra cosa es que lo hubiese equiparado a los san jacobos y flamenquines, el eterno debate.

Croquetas, langostinos en pasta kataifi con cremoso de patata y trufa, tortos, solomillo de cerdo con setas, merluza con vinagreta y una selección de postres (selva negra, pudding, tarta de queso y tarta de la abuela) fue la elección de la cumpleañera, muy acertada.