La receta de hoy es de lo más resultona y me siento muy orgulloso de ella, fue base de mi alimentación en no pocos días de estudiante durante mi época en San Francisco. Se que ahora resulta un tanto ridícula y simplona pero por algún lado, los que disfrutamos de la cocina, empezamos haciendo nuestros pinitos culinarios.
Si un estudiante español tiene una dieta muy limitada, ni os cuento como son los americanos. Cuando no se comía pizza o hamburguesas y decidían cocinar estos dos productos eran la base de su alimentación, los noodles y los macaroni & cheese, auténticas porquerías pero muy, muy económicas.
Reconozco que alguna vez probé esa pasta amarillenta de los macaroni y sólo recordar su olor me repugna. En el caso de los noodles, ahora muy de moda con los Yatekomo, si que los consumí con más frecuencia pero tuneados, alguna verdura, pollo salteado y un extra de picante me hacía salir del paso sin gastar muchos dólares.
Mi condición de español y cocinillas me llevó un día a improvisar con unas latas de mejillones que nutrían el paquete mensual que enviaba mi madre. Menudo descubrimiento!!!!, pero cuando quise repetir, tras una costosa búsqueda los mejillones en escabeche que allí vendían eran prohibitivos para un estudiante, a mismo nivel que el aceite de oliva italiano.
España tiene una de las mejores industrias conserveras del mundo, si no la mejor. Tenemos mucha variedad y aunque habitualmente se las considera como un producto para salir del paso, con un poco de mimo se pueden elaborar magníficas recetas como ya demostraron en uno de los episodios de Top Chef.
A mi me gusta utilizar las latas que traen entre 10-15 unidades, si bien el acierto de la receta está en la salsa del escabeche, un mejillón de cierto porte le da lustre al plato.
Ya os enseñe a preparar escabeches, así que ya sabéis que la cebolla juega un papel muy importante. Aquí no podía tener menor protagonismo y nos ayuda a ligar la salsa con los mejillones y la pasta, por ello la utilizaremos en abundancia.
Para la pasta en esta ocasión elegí unos tagliatelle al nero di sepia por aquello de darle un sabor más marinero, pero podéis utilizar la de vuestro gusto, así lo dejé abierto en el título de la receta.
Si sois de los que no os gusta complicaros en cocina, por falta de tiempo o de experiencia, esta es vuestra receta. Os aseguro que será aplaudida y sorprenderá hasta al más escéptico.
Ingredientes para 2 personas:
300grs de pasta, 2 cebollas grandes, 2 dientes de ajo, 2 guindillas, 2 latas de mejillones en escabeche, aceite de oliva virgen extra, agua y sal.
Pelamos y cortamos en brunoise fina los ajos y la cebolla en juliana. En 2 cucharadas soperas de aceite pochamos los ajos sin que doren, añadimos la cebolla y cuando empiece a quedar transparente le ponemos sal y las guindillas partidas. A fuego medio dejamos que vayan caramelizando y cuando esté lista vertemos todo el contenido de las latas de mejillones, mantenemos a fuego suave mezclando con movimientos suaves.
Cocemos nuestra pasta, podéis elegir la que más rabia os de pero siempre la dejaremos al dente. Escurrimos, damos un subidón al fuego de los mejillones para que evapore un poco de salsa, añadimos la pasta y removemos con cuidado para no desmoronar los mejillones. Servimos y si os apetece ponerle un poco de parmesano será bienvenido, pero con mesura para no perder el sabor de los mejillones.
Me acabo de ver reflejado en esta receta.. la de veces que habré comido algo muy parecido a tu receta, eso si con menos glamour. Los mejillones en escabeche son sin duda uno de los mejores inventos en lo que el mundo de las conservas se refiere. Muy buena receta amigo, fácil y sabrosa!
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