Fea y sabrosa a partes iguales, esta receta de pasta típica italiana la podemos ubicar como originaria de las regiones de Calabria y Sicilia, justo en la punta de la bota y la gran isla del sur. El gran atractivo que tiene es su intenso color negro, procedente de la tinta de sepia, y podría considerarse hermana de nuestros calamares en tinta, recetas propias de zonas costeras.
Aunque se podría hacer con una pasta seca al huevo, hay unas cuantas variedades que utilizan la tinta como parte de las pasta y obviamente tienen ese color negro tan característico. Yo he utilizado unos spaghetti de la marca Garofalo, que no necesitan una cocción prolongada, el fabricante recomienda 8′ pero yo siempre lo rebajo en 1-2′ para que nos quede al dente.
Para ser riguroso, el otro ingrediente estrella ha de ser la sepia, un cefalópodo que me encanta cocinar. En mi pescadería de Alimerka encontré unos ejemplares de muy buen tamaño y no dudé en pintarlo todo negro, como la canción de los Rolling Stones, Paint it Black.
Ya sabéis que me gusta pringarme y descargar de trabajo a pescaderos y carniceros. Limpiar de manera rigurosa una sepia o un calamar tiene su miga, más allá de sacarle todas las tripas soy muy concienzudo eliminando todas las telillas, porque ayudará a que el resultado final quede tierno. Con esta me llevé una grata sorpresa, la bolsa de tinta era impresionante, muy densa y abundante.
Sólo los que hayáis comido este plato entenderéis su belleza, es una belleza interior porque estéticamente ni resulta atractivo y casi ni se ve. Por contrastar decidí añadir un alioli aderezado con guindilla, además es un complemento que le va muy bien, como al arroz negre.
Por lo demás es un plato de gran simplicidad y me he permitido asturianizarlo un poco añadiendo sidra natural en vez de vino blanco.
Ingredientes:
250grs de spaghetti nero di seppia, 1 sepia, 1 puerro, 1 pimiento rojo, 2 cebolletas, 1 huevo, 2 dientes de ajo, 1 guindilla, AOVE, sal, agua y un buen chorro de sidra natural o vino blanco.
Primeramente limpiaremos la sepia escrupulosamente, retiramos la bolsa de tinta y la cortamos en trozos no muy pequeños. Sacamos la tinta con cuidado, como si exprimiéramos un tubo de dentífrico, reservamos.
Pelamos y cortamos en fina brunoise el ajo, cebolleta, pimiento y ajo puerro. En una cacerola baja pocharemos muy bien con 3 cucharadas de aceite, dejamos que se ablande y añadimos la sepia, dejamos que se cocine e incluso se pegue un poco al fondo para que coja un tono dorado.
Cuando la sepia esté blanda le añadimos la tinta, mezclamos y cocinamos durante un par de minutos, ahora añadimos la parte líquida y dejamos reducir para que evapore el alcohol y se ligue la salsa. Reservamos.
Ponemos a cocer la pasta en abundante agua con un puñado de sal, tras 7 minutos escurrimos, ponemos un poco de aceite para que no se peguen entre si los spaghetti e incorporamos la sepia, mezclamos bien y servimos adornando con un par de cucharadas de un alioli que habremos preparado anteriormente.
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