Casi en un suspiro, hoy se cumplen cinco años desde que esta aventura viera la luz, aquello que empezó siendo una completa incertidumbre se ha convertido con muchísimo trabajo en parte muy importante de mi historia personal, y espero seguir mejorando y ofreciendo contenidos interesantes para el lector.

Echo las vista atrás, y aquellos primeros artículos donde un iphone 4 y una Casio Exilim de 4.0 mega pixels eran los medios que utilizaba se han quedado muy pobres si los comparo con el resultado actual de mi Iphone X y Canon EOS 700D. Apenas sabía de que iba eso de los blogs, algo que tan de moda se había puesto y que quizás generacionalmente me había sobrepasado, pero cuando entendí que podía ser un espacio donde yo sería mi único limite en cualquier cosa que me propusiera, los titubeos iniciales se han ido convirtiendo en importantes progresos.

Creo que el éxito, al menos en mi caso, es poder hacer algo que te gusta y que venía haciendo mucho antes de que existiera Internet y las redes sociales. Mi gran arrepentimiento es no haberlo descubierto hace veinte años, las estadísticas que más tarde os contare se habrían multiplicado por miles, porque llevo toda mi vida cocinando y siendo muy activo en las visitas a restaurantes, amén de todos esos viajes por el mundo que me habría gustado tener incluidos. En definitiva, no me hice bloguero porque era lo que estaba de moda, fue una necesidad por compartir a un nivel más amplio cierta sabiduría o experiencia que un círculo de amistades solía demandar por teléfono o email.

No tenía ni idea de que programa usar y mucho menos como sacarle partido u organizar unos simples menús, pero aquí conté con la inestimable ayuda de mi amiga Lucía a la que reconozco le di un poco la brasa antes de poder salir al aire un día como hoy de hace cinco años. Como no seguía ningún blog lo hice a lo bruto, publicaba todos los días y así durante dos meses, algo que me causó un stress y merma de salud importante, algo que tuve que corregir porque desde esos días a hoy, este hobby nunca me ha dado de comer ni me proporciona ingresos, así que lo más importante es la salud.

Poco a poco me he ido integrando en la comunidad y entendiendo de que va esto pero aún así mi auto nivel de exigencia, hace que saque tres artículos elaborados todas las semanas. Cuando hablo de elaborados, sólo los que hayan tenido contacto con este mundillo entienden realmente todo el trabajo que hay detrás de cada artículo, que obviamente ha mejorado muchísimo desde mis primeros artículos.

Cuando me involucro con algo soy muy vehemente y simplemente quiero dar lo mejor de mi mismo, no me gustan las mediocridades y rabio cuando leo contenidos vagos, inconexos, poco trabajados, con errores, un material lanzado a las redes como si se tratara de comida basura, de consumo rápido, sin pensar en ese legado o poso permanecerá ahí por los años. Esta exigencia me la aplico a mi mismo y cuando por ejemplo voy a un restaurante con poca luz y soy consciente de que las fotografías son pobres, soy el primero en disculparme por el que entiendo no es un trabajo de calidad, porque unas fotos poco atractivas podrían repercutir en que alguien no acuda a ese local.

Estamos hablando de comida y por muchas buenas palabras que utilicemos, existe una privación de sentidos tan importante como el olfato, oído, gusto y tacto, por ello la vista resulta primordial y una foto consigue expresar muchas cosas tanto positivas como negativas.

Al llegar tan tarde a este mundillo siempre he tratado de diferenciarme con los contenidos y la forma de relatarlos. Se que el formato de mi blog puede aburrir, hablo ergo escribo por los codos y en esta sociedad donde lo que prima es el consumo rápido y efímero, la reflexión, la documentación, el análisis pueden no tener sentido, pero como siempre he dicho, este es mi pequeño reino de taifas, hago lo que me gusta, lo que me da la gana y al que no le guste ya sabe lo que hacer, no leerme o hacerse su propio blog.

Utilizo los artículos como una especie de diario personal donde me desnudo muchas veces, expreso opiniones personales, pensamientos, relato viajes, hablo de mis amistades, confiando en hacerlo ameno y sobre todo porque la palabra escrita viene de un sosiego que a veces, de viva voz se puede tergiversar.

Por lo que se refiere al grueso de los contenidos, las recetas y las crónicas de restaurantes, he tratado de innovar con recetas de fusión o productos poco habituales, en la confianza de que con una buena explicación, pueda hacer que vosotros os animéis a crear, innovar y descubrir nuevos sabores. En cuanto a las visitas a restaurantes siempre trato de ser respetuoso, yo no juego con la carrera profesional de nadie y me limito a ser un cronista, no un crítico. Hay recursos suficientes en el uso de la palabra para mostrar que algo no ha sido de nuestro agrado y con el respeto siempre se pueden hacer críticas constructivas, porque nadie es perfecto y dicho de buenas maneras, se puede ayudar a corregir algo que se pudiese entender bien ejecutado.

Se que a muchos les gusta eso de «dar caña», leer cotilleos, improperios, regodearse en las miserias de los demás para esconder la propia, así funcionan plataformas como Tripadvisor o muchos programas de televisión, ese halo y carnet de periodista por el que parece se permite todo en virtud de la palabra Información o Libertad de Expresión. Siento mucho asco, me parece indecente y denigrante para una profesión que debería ser mucho más elevada del nivel que ofrece actualmente, aunque no deja de ser el reflejo de una sociedad donde política, educación..etc parecen haberse desvanecido.

Estos años con el blog me han servido para aprender mucho, escritura, fotografía, cocina han evolucionado a un nivel del que me encuentro muy satisfecho cuando comparo el pasado con el presente. Y por si fuera poco, me ha servido para mejorar las relaciones humanas, la interacción con otros blogueros, aficionados, lectores, chef, empresarios, tenderos, me aportan a diario un conocimiento impagable que sólo puede ser resumido en experiencia.

La versatilidad del blog en sus dos apartados de recetas y visitas a restaurantes se ha ido retroalimentando. Más allá del disfrute personal de una buena comida en un restaurante, cada plato degustado me ha enseñado algo, un sabor, una textura, un olor, una estética, que ha pasado a mi base de datos cerebral y que en algún momento he podido o podré utilizar en el futuro.

He conocido el trabajo de muchos chef, anónimos o afamados y poder compartir con ellos una breve charla sobre la misma pasión, siempre resulta muy enriquecedor porque sientes que hablamos el mismo idioma, aunque unos sean profesionales y otro amateur.

Hace poco he superado el medio millón de visitas y pensar que alguno de vosotros ha estado detrás de ellas escudriñando una receta o buscando un restaurante, me pone los pelos como escarpias. Al principio pensé que sólo me leería mi familia y cuatro amigos y ya me daba por satisfecho, pero saber que en vuestras cocinas alguna vez ha estado presente Fuego de Mortero aunque haya sido aportando una idea, se me escapa de todo raciocinio.

Han sido 863 artículos, de los que 469 son recetas y 342 visitas a restaurantes, los restantes 51 ha sido ese cajón desastre en los que ha cabido desde una visita a mi cocina a las experiencias en mis participaciones de MasterChef, una espina que tengo clavada y que algún día espero poder sacarme.

Aunque pueda resultar pretencioso, uno de mis proyectos es plasmar mis recetas en un libro. Mi madre es una inspiración diaria desde que empecé esto y como ávida lectora me hace mucha ilusión que entre su biblioteca figure un ejemplar que resuma todo el amor que ha sido capaz de transmitirme hacia esta profesión.

Otro de los objetivos que también me hacía ilusión para celebrar este aniversario lo he conseguido. El sorteo que hice el pasado mes de diciembre me permitió hacer una donación a la Cocina Económica de Oviedo y una pareja, pronto disfrutará de su regalo de una comida en un restaurante Michelín de 3 Estrellas del que os mantendré informado.

Gracias a todos los que con vuestra presencia, ya sea física o virtual, habéis formado parte de este sueño llamado Fuego de Mortero. Prometo seguir con el mismo empuje para que la familia de morteros crezca y a ver si no sois tan cicateros con vuestros comentarios y artículos compartidos, recordad que esto funciona de manera exponencial y cuanto más participéis más gente podrá conocer el blog y disfrutar de sus contenidos.