Ya conocéis sobradamente mi interés por los arroces, no necesito demasiadas excusas para preparar uno, pero de vez en cuando busco un poco más de rapidez en la elaboración, y ahí siempre aparece la fideuá. El tiempo de cocción de esta pasta oscila entre los 7-9 minutos dependiendo del acabado que más os guste, un ahorro de poco más de diez minutos respecto a un arroz.

Como veis, lo del tiempo, es una mera excusa para hacer un cambio en nuestros menús. Lo realmente importante y fondo de esta y otras recetas, es la utilización de un buen caldo y un pochado a la altura, esto es lo que dará sabor a nuestra pasta o arroces.

Son varias las fideuás que ya tengo publicadas, con productos cárnicos como la butifarra blanca, conejo o carrilleras, pero también las de pescado como el salmón curado o marinado.

Pero, ¿qué pasa si conseguimos fusionar el arroz con la fideuá?. Esto es posible utilizando una morcilla de arroz, más conocida por su origen como morcilla de Burgos. Habitualmente la asociamos a su formato frito, pero si nos olvidamos del embuchado y centramos en su interior, seremos capaces de incorporarla en numerosas recetas, desde un simple revuelto a esta fabulosa fideuá.

Si a ese sabor especiado tan característico, le añadimos unas setas shiitake y unos espárragos trigueros regándolo con un caldo de verduras y jamón, la transferencia de sabores a nuestros fideos, alcanza cotas muy importantes de felicidad. El summun, sería incorporarle un poco de trufa fresca, pero son palabras mayores que podemos sustituir por una pasta de trufas.

No soy partidario de poner etiquetas que califiquen un producto o una elaboración como la mejor, esta morcilla mientras sea de la provincia de Burgos creo que cumple los estándares necesarios. Sin embargo, es justo reconocer a la población de Villarcayo como lugar privilegiado, en el que se enclava Embutidos Ríos desde 1930. Tengo el honor de incluso haber dormido en la casa cuartel, nada que ver con un calabozo, no las armo tan gordas. Mi amigo Tino y su mujer Bea, estuvieron allí una buena temporada sumando puntos para la Benemérita.

Esta receta la tenía ya escrita, pero me pareció tan sublime, que volví a repetirla para que tuvieseis la vídeo receta. Así que no me defraudéis y entrar a disfrutarla.

Ingredientes:

1 morcilla de Burgos, 150grs de fideos, 1 manojo de espárragos trigueros, 1 bandeja de setas shiitake, 1 cebolla, 2 dientes de ajo, 1 puerro, 1 pimiento verde, 1 zanahoria, 2 tomates, 1 trozo de paleta de jamón, 1 chorro de vino tinto, AOVE, sal y agua.

Comenzaremos preparando un caldo con el jamón, los tallos del triguero, la tapa del pimiento, el verde del puerro, las puntas de la zanahoria y la capa exterior de la cebolla. En una cacerola con un chorro de aceite doramos todo durante unos minutos, cubrimos con agua y dejamos unos 15-20 minutos, salaremos al final tras comprobar el aporte de sal que nos dejó el jamón.

Picamos todas las verduras en fina brunoise, en una paella con un poco de aceite hacemos bailar el ajo, añadimos la cebolla y puerro y cuando este sudada tras unos tres minutos le incorporamos el pimiento y zanahoria. Pochamos muy bien.

Mientras cortaremos nuestras setas en juliana, troceamos los trigueros reservando las puntas para el final y rallamos el tomate. A mitad del pochado añadimos los trigueros y setas, seguimos pochando y preparamos la morcilla. Cortaremos unas rodajas de la morcilla que junto con las puntas del triguero marcaremos a la plancha para decorar.

Con el pochado listo, retiramos la piel de la morcilla y desmigamos, rehogamos durante un minuto, ponemos el vino, dejamos que evapore el alcohol y finalizamos con el tomate dejando que se integre durante unos 3-5 minutos.

Añadimos los fideos y engrasamos mezclando durante un minuto, agregamos una buena cantidad de caldo que cubra por completo, dejamos que a fuego fuerte se vaya evaporando y completamos con una segunda tanda de caldo. Dejamos 7 minutos para tener una textura al dente pero si os gusta más hecho podéis subir hasta 9 minutos o finalizar horneando.

Aprovechamos este tiempo para planchar la morcilla y los trigueros. Finalizaremos poniéndolos con geometría para servir al centro.