En cualquier orden de la vida hay veces que necesitamos un pequeño empujón y en esto de la cocina no iba a ser menos. Entre el sentimiento de culpabilidad por comer mucho y ver como poco a poco se depositan kilos no deseados, visitas continuadas a restaurantes, falta de ideas o estímulos, eliminar auto presión y ciertas dosis de vagancia, he descuidado un poco la sección Te Lo Doy Hecho.
Sin duda, los programas de cocina me aportan ese punch que a veces necesito, soy como un niño y me pico con facilidad. El problema es que sólo puedo ver los de horario nocturno y acaban a las mil, después me voy a la cama dando vueltas a futuros platos, así que actualmente puedo culpar a Masterchef y Un País Para Comérselo de mi falta de sueño en las noches del martes.
A priori, el Masterchef Celebrity no me invitaba demasiado, no puedo con la negatividad y malas caras de María del Monte (tónica constante de este personaje en todos los programas en los que participa), mi adorada Loles León hay veces que se pasa en el papel de graciosa y eso que cocina bien la jodía, el Cordobes que me parece buen chaval me ha cargado con su exceso de almíbar y celo hacia su mujer y Fernando Tejero cuando saca la vena derrotista es para encerrarlo en el cuarto del portero y tirar la llave al fondo del mar.
Sin embargo, programa a programa me he ido enganchando con la seriedad y pasión que le pone Cayetana Guillen Cuervo, personaje al que no tenía en gran estima por parecerme muy altiva y sobrada en los programas que ha conducido. Miguel Ángel Muñoz, el guapito de UPA Dance también me ha sorprendido por las ganas de aprender, un chaval majo y humilde con mucha dedicación.
Hace una semana, en una de las pruebas, tuvieron que hacer un menú para chinos, algo complicado si no se conoce bien su cultura y se tiene claro que no son lo mismo todos los asiáticos. Los ojos rasgados no nos puede hacer meterlos a todos en el mismo saco y por ende su gastronomía, la cual se parece tanto como un huevo a una castaña.
Llevo comiendo chino desde los 5 años, mi primer encuentro asiático fue en Benidorm y a partir de ahí las sopas de aleta de tiburón, la de nido de golondrina, la ternera con setas y bambú y por supuesto el cerdo agridulce junto con un arroz tres delicias son platos que siempre disfruto.
Para esta receta he optado por el pollo pero no difiere en nada si preferís utilizar el cerdo o unos langostinos. Las claves de este plato están en su famosa salsa, que seguramente por su color rojizo, parece radioactiva y una buena fritura.
Seguramente os sorprenderá que uno de los ingredientes principales de la salsa sea el ketchup. Podéis usar también un concentrado de tomate pero la gracia de el ketchup esta en ese sabor acidulado que combina perfectamente en la elaboración.
A mi me resulta un plato muy sabroso, lleno de contrastes, tiene una elaboración sencilla y hecho en casa no os entrarán dudas de si estáis comiendo perro o gato (me encanta este mito urbano).
Ingredientes:
Salsa Agridulce: 150ml de agua, 3 cucharadas de ketchup, 2 cucharadas de vinagre de arroz, 2 cucharadas de salsa de soja, 2 cucharadas de azúcar moreno, 1 chile, 1 cucharadita de sal y un poco de Maizena diluida en agua.
Marinado: 1/2 pechuga de pollo, 1 cucharada de salsa de soja, 1 huevo, licor o vino chino que se puede sustituir por un jerez seco y Maizena.
Salteado: 1 pimiento rojo, 1 pimiento verde, cebolletas francesas, dados de piña natural, 2 dientes de ajo, un trozo de jengibre y aceite de girasol.
Primero elaboraremos la salsa poniendo en una sartén todos los ingredientes a excepción de la Maizena, llevamos a ebullición y dejamos que reduzca hasta que veamos una textura con cierta densidad. Reservamos.
Marinamos el pollo cortado en dados mezclando en un bowl todos los ingredientes, dejamos reposar tanto tiempo como prisa tengamos, el mío estuvo un par de horas. Yo utilicé un licor chino que regalaban efectuando varios pedidos.
Pelamos el ajo y jengibre y picamos finito. Limpiamos la piña y pimientos cortándolos en cuadrados no muy grandes, la cebolla la pelamos y cortamos en mitades (podéis utilizar cebolla normal y cortar en trozos medianos).
Según necesidad iremos añadiendo Maizena al bowl con el pollo hasta que esté completamente rebozado. Freímos en abundante aceite de girasol muy caliente, escurrimos y pasamos a una fuente con papel absorbente. Reservamos
Si tenéis un wok es preferible por el calor que transmite, pero vale en cualquier sartén. Un par de cucharadas de aceite de girasol, primero el ajo y jengibre hasta que empiece a soltar aromas sin tostarse, añadimos las verduras hasta que alcancen un punto hecho pero crujiente, incorporamos la piña, salteamos un minuto y añadimos la salsa y un poco de Maizena diluida para que espese la salsa, añadimos el pollo, removemos un minuto y ya estará listo para servir.
Acompañamos de un arroz jazmín y acabareis chupando los palillos o quizás os de por ladrar o maullar.
Que decirte, que se me hace la boca agua, me encanta este plato.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Es perfecto porque al menos en Oviedo han desaparecido los chinos, todos se han reconvertido en Todo a 100 así que mejor hacértelo en casa
Me gustaLe gusta a 1 persona
jaja bueno por aquí han mutado a japoneses/asiaticos/buffetlibre, y por supuesto como en casa en ningún chino.
Me gustaLe gusta a 1 persona