Con la receta de hoy haremos flaco favor al refrán “Lentejas; si las quieres las comes, y si no, las dejas”, porque os garantizo que cocinadas de esta manera, será imposible que nadie se resista a no comerlas y os lo dice alguien que no es amigo de este tipo de legumbres.
No es que me haya obsesionado, tampoco es que el tiempo sea tan frío como para abusar del cuchareo, pero reconozco que ir descubriendo variedades de producto me estimula para hacer nuevos artículos y por qué no, a estas edades, aprender a comer esas cosas que siempre rechacé.
Hay variedades de lentejas para aburrir, las pardinas, verdinas, rubia castellana, rubia de Armuña, du puy, crimson, urad dad, red chief o estas llamadas beluga por su parecido con el caviar, muchas con hollejo y otras como la roja, peladas. Su tiempo de cocción varía y por supuesto su sabor.
Al ser comparada con el caviar, casi que no me quedaba más remedio que darles un giro marinero y al igual que sucede con las alubias, les va muy bien. Con nécoras, langosta, centollo les daría más potencia aunque como veréis, con unos langostinos y unas almejas babosas no se quedan atrás.
Hay unos cuantos trucos que harán que el resultado sea estupendo. Primeramente, en lugar de utilizar agua vamos a usar un caldo hecho con las cabezas y pieles de los langostinos; otro punto importante es hacer aparte los langostinos al ajillo y agregarlos al final, al igual que las almejas de las que habremos aprovechado el agua utilizada en su cocción al vapor, tiene un sabor muy concentrado.
Ingredientes:
200grs de lenteja Beluga, 12 langostinos, 300grs de almeja babosa, 1/2 cebolla grande, 1 pimiento verde italiano, 1 ajo puerro, 2 dientes de ajo, 1 guindilla, 1cdta de pimentón dulce, 1L de agua, salicornia, AOVE y sal.
Lo primero será hacer nuestro caldo de langostinos, para ello los pelamos y en una cacerola ponemos las cabezas y las cáscaras, ponemos un chorro de aceite y tostamos a fuego fuerte dejando que se coja un poco al fondo, agregamos un litro de agua abundante y esperamos 20 minutos, trituramos, colamos y reservamos.
El siguiente paso es hacer un sofrito que quede muy bien pochadito, para ello pelamos y cortamos en una fina brunoise la cebolla, el puerro y el pimiento, justo en este orden iremos poniendo en una cacerola con un chorro de aceite, primero la cebolla, cuando transparente vamos con el puerro y después el pimiento. Cuando esté bien pochado agregamos el pimentón, removemos y es el momento de añadir las lentejas, que no necesitan remojo.
Sofreímos como si estuviésemos haciendo un arroz y cubrimos abundantemente con el caldo de langostinos, tapamos y mantenemos a fuego medio entre 45′-1H procurando remover de vez en cuando para que no se nos peguen.
Tenemos tiempo suficiente para pelar nuestros dientes de ajo y laminarlos, cortar la guindilla en trocitos y los langostinos cortarlos en trozos por donde nos marcan los anillos. En una sartén con un poco de aceite ponemos el ajo y guindilla, cuando empiece a bailar agregamos los langostinos y salteamos hasta que cambien de color. Mantenemos uno entero y reservamos.
Con las almejas que habremos tenido en agua fría para que depuren, las haremos en una vaporera con un poco de agua en el fondo. Desde que bulla el agua en unos tres minutos estarán listas, retiramos las conchas y reservamos. El agua de cocción lo colamos y vertemos sobre las lentejas.
Cuando estén listas las lentejas añadimos los langostinos y las almejas a la cacerola, removemos y rectificamos de sal, dejamos reposar cinco minutos y servimos.
Para emplatar un plato hondo, colocamos en el centro el langostino entero en el centro con unas láminas de ajo, repartimos unas almejas simétricamente y encima les ponemos una ramita de salicornia que además de dar color y sabor nos aporta una textura crocante.
Deja una respuesta